El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado que el acuerdo al que llegaron el pasado mes de agosto la Unión Europea y Estados Unidos para rebajar tensiones en los aranceles comerciales “puede ser el preludio de un buen acuerdo mañana”. En su intervención en el acto de clausura del foro Latin America, Spain and the United States, organizado por la Cámara de Comercio España-EE UU en Nueva York, el jefe del Ejecutivo reconoció también que el pacto “pudo ser mejor”, pero subrayó que, al menos, ofrece “un horizonte de cierta estabilidad y predictibilidad”.
Sánchez defendió que un acuerdo comercial ideal sería aquel que expande el impacto positivo del comercio para ambas partes y “no solo el que limita el impacto negativo de los aranceles que decide unilateralmente una de ellas". En su opinión, la relación transatlántica ya se sostiene sobre un flujo “vibrante” de intercambios, con un volumen que asciende a 4.400 millones de euros diarios, equivalente al 30% del comercio internacional en términos agregados.
Diversificar el comercio con los países asiáticos
Más allá del vínculo con Washington, el presidente instó a la diversificación de las relaciones comerciales de la Unión Europea hacia Asia, citando a países como Malasia, Filipinas, Australia o India, entre otros. "Tenemos que diversificar las relaciones comerciales de la Unión Europea con otros bloques comerciales porque creo que así estaremos ganando peso específico en el mundo", recalcó el presidente.
El líder del Ejecutivo aprovechó su visita a Nueva York para destacar la evolución de la economía española ante inversores estadounidenses y españoles. Recordó que la OCDE ha revisado al alza las previsiones de crecimiento hasta el 2,6% en 2025 y subrayó que uno de cada cuatro empleos creados en la Unión Europea procede de España.
Por otra parte, también puso en valor que más del 50% de la electricidad generada en el país proviene de fuentes renovables, que la recaudación tributaria crece a un ritmo del 11% anual y que España no impone aranceles a sus socios, sino que apuesta por “fortalecer el Estado del bienestar”.