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Manuel (38), limpiador de coches, sobre lo que gana trabajando: “En un día llegué a facturar 1.600 euros, pero es un trabajo duro con dolores de espalda y estar todo el día agachado”

Manuel explica en primera persona cómo pasó de limpiar coches en su garaje a facturar 15.000 euros al mes y las dificultades que ha encontrado en el camino.

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Manuel (38), limpiador de coches, sobre lo que gana trabajando: “En un día llegué a facturar 1.600 euros, pero es un trabajo duro con dolores de espalda y estar todo el día agachado” |YouTube
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Con el paso de los años, la profesión de lavar coches en España se ha vuelto cada vez más demandada, pero más allá de lo que nos pueden cobrar por un lavado de vehículo la pregunta es: ¿es realmente rentable un lavadero de coches? La respuesta la da Manuel, un emprendedor de Palma que empezó hace diez años limpiando coches en el garaje de su casa para sus amigos y ahora factura cada mes de entre 10.000 y 15.000 euros. Hoy, asegura que este negocio no solo es rentable, sino que tiene más futuro del que la mayoría imagina

En una entrevista para el canal de YouTube de Adrián G. Martin, Manuel explica de primera mano los secretos del lavado de coches a mano, la inversión necesaria para arrancar, la rentabilidad que deja, y también las trabas burocráticas que casi lo obligan a cerrar. “Recibí una carta que decía que tenía que clausurar el local. Vinieron incluso la Policía. Todo por una infracción urbanística que ni siquiera conocía”, recuerda.

Un día llegamos a facturar 1.600 euros. Normalmente, trabajamos entre 300 y 500 diarios”, asegura mientras describe un oficio que requiere constancia, estrategia y mucha mano de obra.

“De lavar tres coches al día a firmar con una empresa americana”

Manuel empezó en un local de apenas 60 metros cuadrados y dos coches en el interior. “Empecé lavando dos o tres coches al día, hasta que vi que la respuesta era muy buena y decidí lanzarme de lleno”, recuerda.

Con el tiempo, el negocio evolucionó hacia lavados más detallados, de hasta dos horas por vehículo, con precios que rondan entre 70 y 80 euros. La clave, dice Manuel, está en diferenciarse: “No se trata solo de limpiar, sino de ofrecer una experiencia para que el cliente se vaya diciendo ‘wow, mi coche está como nuevo’”.

El gran salto llegó cuando firmó con una empresa americana que le suministra productos exclusivos y formación especializada. “En Estados Unidos puedes lavar coches en plena calle con una furgoneta. Aquí está prohibido, pero esa mentalidad de marketing es la que queremos traer”, cuenta.

Su último movimiento ha sido lanzar un modelo de suscripción, todavía poco común en el sector. Por 15,90 euros al mes, el cliente accede a un lavado exprés, mientras que por 45,90 obtiene un servicio completo. “No me gusta obligar con permanencias, prefiero que el cliente vuelva porque le compensa”, señala. En apenas dos meses ya tiene 18 suscriptores.

Un negocio muy rentable, pero con mucha burocracia

La rentabilidad es alta, con márgenes del 70% al 75%. A pesar de ello, la burocracia casi le arruina el proyecto. Una infracción urbanística relacionada con rótulos y un altillo del local provocó que tuviera que cerrar durante semanas. “Perdimos dinero, pero al final conseguimos demostrar que todo estaba en regla y pudimos reabrir”, explica.

Tal y como explica, el coste para empezar rondan los 10.000 a 15.000 euros. A partir de ahí, la clave es reinvertir en maquinaria, productos y marketing digital. El mayor gasto, reconoce, son los salarios y el alquiler de los locales, cuyo precio en zonas céntricas de Palma puede dispararse hasta 8.000 euros mensuales.

El negocio también es exigente a nivel físico. “Es un trabajo muy duro. Mucho calor, dolores de espalda, estar todo el día agachado. No cualquiera aguanta”, admite. A diferencia de un túnel de lavado automático, que requiere una inversión de más de 200.000 euros, el lavado manual se apoya en la especialización y el trato personalizado.

El futuro del sector y la visión de Manuel

Manuel no se conforma con lo conseguido. Su nueva apuesta es la distribución en España de un tratamiento cerámico para carrocerías, capaz de repeler agua, resinas o excrementos de pájaro. Los precios van desde 500 euros por un año de protección hasta 1.200 por cinco. “Es lo que más potencial tiene ahora mismo”, asegura.

Además, planea abrir un local exclusivo para suscriptores, con check-in automatizado mediante código QR, e incluso una academia para formar a nuevos emprendedores. “Este es un trabajo de hormiguita: aunque al principio hagas dos coches, hazlos bien. No se trata de ser el más barato, sino de poner en valor tu hora de trabajo”, aconseja.