Logo de Huffpost

Lorena Álvarez, economista: “El banco prefiere que amortices cuota porque así seguirás pagándole una gran cantidad de intereses”

La economista advierte cuál es la única opción realmente ventajosa para los hipotecados, aunque los bancos intentan evitarlo.

economista amortizar hipoteca
Lorena Álvarez, economista: “El banco prefiere que amortices cuota porque así seguirás pagándole una gran cantidad de intereses” |TikTok (@lorenaalvarezfinanzas)
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

¿Pagar menos al banco o seguir engordando sus beneficios durante décadas? Ese es el dilema al que se enfrentan millones de hipotecados cuando logran ahorrar algo de dinero extra y deciden destinarlo a amortizar su préstamo. Según explica la economista Lorena Álvarez en sus redes sociales, elegir entre amortizar plazo o amortizar cuota “no es lo mismo y las consecuencias que tiene sobre los intereses varían mucho”.

La primera opción, amortizar plazo, significa mantener la misma mensualidad pero reducir la duración del préstamo. Según Álvarez, en este caso “la reducción de los intereses totales va a ser muy considerable”. Se pagan las mismas cuotas cada mes, pero durante muchos menos años.

La alternativa es amortizar cuota, que sí permite rebajar el recibo mensual y dar un respiro a la economía doméstica. Sin embargo, advierte Álvarez, los años de hipoteca siguen siendo los mismos y la reducción de los intereses acumulados “no es tan interesante como en el caso anterior”.

La estrategia silenciosa de los bancos

El problema es que los bancos no son neutrales en esta elección. “El banco quiere que no amortices absolutamente nada”, explica la economista. Y si el cliente lo hace, “el banco prefiere que amortices cuota porque así seguirás pagándole una gran cantidad de intereses” durante todo el plazo pactado.

Sin embargo, el hipotecado no siempre puede aplicar estas opciones. Depende de lo pactado en el contrato y de la flexibilidad de cada entidad. “Hay que negociarlo al principio de la hipoteca”, insiste Álvarez, que recomienda revisar las condiciones cuanto antes o exigirlo al firmar una nueva.

En definitiva, según lo explicado por la economista, el alivio inmediato de pagar menos cada mes puede salir muy caro a largo plazo. Lo que parece un simple ajuste en el contrato acaba marcando la diferencia entre ahorrar miles de euros o regalárselos al banco.