Son muchas las personas que vienen a España a empezar una nueva vida. Es el caso de Julia, natural de Moldavia, que lleva viviendo en Barcelona 9 años. Es manicurista y, hace 4 años, decidió abrir su propio salón de manicura y pedicura, que actualmente se ha convertido en un gran equipo con varias profesionales.
A través de sus redes sociales, va compartiendo su día a día, así como los distintos trabajos que va realizando. En uno de esos vídeos, revela cuánto gana en un día de trabajo, una información que siempre genera gran expectación. Primero de todo, aclara que suele atender únicamente a cuatro clientas al día.
“Mi objetivo es ofrecer calidad a mis clientas. No trabajo por cantidad. Cuidamos cada detalle, por eso nuestro servicio es premium”, explica, mientras va mostrando los distintos servicios que realizó esa jornada laboral, oscilando entre los 50 y 65 euros. Así pues, cuenta que “en un día atendiendo a cuatro clientas, trabajé 8 horas y gané 255 euros”.
Aunque puede parecer un gran salario, Julia hace una aclaración: “no te olvides que todo este dinero no es para mí. De aquí se paga el IVA /21%), el IRPF (19%)”, así como “el alquiler, suministros, cuota de autónomos, materiales, herramientas y mucho más”.
“Estoy muy orgullosa de lo que he conseguido, llegar a España sin saber el idioma y hoy tener un salón con un gran equipo”
En otros de sus vídeos, Julia cuenta algo más de su historia. “A mis 30 años estoy muy orgullosa de lo que he conseguido. Llegar a España sin saber el idioma y hoy en día tener un salón con un gran equipo y ser una formadora con un nombre reconocido”, afirma.
El salón, en concreto, lo abrió en 2021, por la pasión que sentía por este trabajo y que “sigue siéndolo”. “En realidad, mis primeros trabajos empezaron en 2018 y también en 2021 inicié mi camino como formadora. Quería compartir mis conocimientos y enseñar a otras personas enamoradas de esta profesión a dejar unos acabados tan impecables como los míos. Mi misión principal siempre ha sido cuidar la salud de la uña natural y mantener una higiene impecable para ofrecer la máxima seguridad a nuestras clientas”, confiesa.
A partir de 2022, empezó a ir incorporando nuevos miembros al equipo, desde más manicuristas hasta una recepcionista. “A pesar de todo lo conseguido, yo sigo formándome constantemente para seguir creciendo como profesional y poder compartirlo con mis compañeras y alumnas. Mis primeras formaciones fuera del salón, viajando por otras ciudades de España, me ayudaron muchísimo a crecer como formadora”, explica feliz, orgullosa de lo que ha construido.

