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Jaime Gil, inversor inmobiliario: "Con 100.000 euros en el banco no cancelaría la hipoteca y generaría más dinero haciendo apalancamiento y la diversificación”

El especialista en inversiones explica su estrategia para convertir 100.000 euros en un patrimonio inmobiliario mayor, apostando por el apalancamiento y la diversificación.

El inversor inmobiliario Jaime Gil.
El inversor inmobiliario Jaime Gil. |YouTube
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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En España, el 40% de los españoles tiene una hipoteca y gran parte de estos también tiene algunos ahorros en el banco, los cuales no saben qué hacer con ellos. En este punto siempre surge la primera gran duda ¿Qué es mejor quitarme hipoteca o invertir el dinero? Aunque puede parecer que deber menos dinero al banco es la mejor solución, no siempre será así, algo en lo que coinciden muchos expertos.

En este sentido, Jaime Gil, inversor inmobiliario, ha explicado, tanto en la red social TikTok como en su canal de YouTube, qué haría si tuviera ahora mismo 100.000 euros en el banco. Su mensaje inicial es claro “ni se le ocurriría cancelar la hipoteca de su casa”.

Lo que no haría jamás si tuviese 100.000 euros sería cancelar la hipoteca de mi casa”, explica Gil. “Con ese dinero iría al banco para ver cuánto más me pueden prestar, ya que seguramente podría conseguir otros 100.000 y tendría 200.000 euros para invertir en inmuebles”.

El inversor apuesta por el apalancamiento financiero, que a su juicio es la llave para multiplicar nuestras oportunidades. “Podría comprar dos viviendas de unos 100.000 euros cada una. Hay muchas ubicaciones donde esto es posible: Valencia norte, Castellón sur, Toledo, Murcia, Alicante interior… Incluso en los pueblos hay opciones, no solo en las grandes ciudades”, apunta.

El apalancamiento o cómo invertir más con menos dinero

El apalancamiento financiero es una técnica que permite invertir una cantidad superior a la que se posee mediante financiación externa, que generalmente se puede hacer a través de préstamos hipotecarios. De esta forma, el inversor tiene más dinero para acceder a más activos y diversificar el riesgo. Ahora bien, tal y como apunta “siempre que operación esté bien calculada”.

Tal y como explica, la ventaja es que puede acceder a más beneficios, ya que si los inmuebles se revalorizan y se logran rentas por alquiler estables, el retorno sobre la inversión puede ser mucho más elevado que si se actúa únicamente con recursos propios.

Ahora, Gil explica la importancia de analizar el perfil del inversor y ajustar la estrategia a la experiencia y tolerancia al riesgo de cada uno. Así, lo dice en uno de sus vídeos de YouTube, en el que desglosa tres posibles perfiles entre principiantes, medios o expertos para invertir 100.000 euros en bienes raíces.

Si somos principiantes, debemos ir a lo seguro y la sencillez. En este sentido, Gil explica que hay que buscar zonas donde los precios aún permitan comprar viviendas por entre 70.000 y 80.000 euros, realizar pequeñas reformas y no sobrepasar los 90.000 euros de inversión por inmueble. De esta forma, el objetivo sería comprar dos pisos que generen rentas de alquiler que sumen unos 1.200 euros mensuales en total. Resumiendo, no complicarse y con el objetivo de poner el dinero a trabajar lo más rápido posible.

En el caso de tener algo de experiencia, Gil propone ir un paso más allá y hacer lo que hemos dicho antes, apalancarse al máximo y buscar la diversificación. En otras palabras, invertir entre 20.000 y 30.000 euros por inmueble, financiando el resto, con la meta de llegar a cuatro propiedades en rentabilidad. Aquí debemos tener en cuenta y es importante la diversificación geográfica y temporal, escalonando las compras y asumiendo algo más de riesgo para captar oportunidades con mayor rentabilidad.

Por último, si somos expertos, la forma de proceder cambia. “Un inversor profesional rara vez tiene 100.000 euros en liquidez porque siempre está buscando nuevas oportunidades”, bromea Gil. Pero si se diera el caso, apostaría por operaciones de fix and flip (comprar, reformar y vender) o por transformar locales o lotes en viviendas, buscando multiplicar rápidamente ese capital.

Multiplicar el dinero, pero con prudencia

No todo es positivo, ya que tal y como apunta, la principal amenaza es no poder cubrir las cuotas del préstamo si las rentas no acompañan o si la economía se complica. Además, una subida de tipos de interés puede encarecer el coste de la deuda y erosionar la rentabilidad del proyecto.

Por eso, la clave está en el equilibrio, en otras palabras, usar el apalancamiento con criterio, entender los riesgos y adaptar cada movimiento al nivel de experiencia del inversor. Como concluye Gil, “lo importante es ir ganando confianza, aprender del proceso y, a medida que se avanza, diversificar y asumir riesgos solo cuando se dominan las reglas del juego”.