En el reparto de una herencia, no todos los herederos aceptan siempre su parte. En muchos casos entre hermanos, uno de ellos puede decidir renunciar a la herencia de los padres en favor del otro. Sin embargo, este gesto puede tener un impacto fiscal importante y, lejos de ser un simple trámite, supone el pago del impuesto de donaciones, que entre hermanos resulta considerablemente más elevado.
La abogada Irene Gramage, experta en herencias, ha recordado en uno de sus vídeos en redes sociales que “si quieres hacer una renuncia en favor de un hermano, tienes que saber que esa renuncia tributa como una donación”.
El impuesto de donaciones es un tributo de carácter autonómico en el que cada comunidad puede aplicar una serie de bonificaciones al mismo para reducir el importe a pagar. Estas se aplican en función de grado de parentesco, por lo que no se pagará igual a la hora de recibir una herencia o donaciones de los padres, como si se hace de un hermano
En las donaciones entre hermanos casi no hay bonificaciones en el impuesto
Gramage advierte que al hacer donaciones entre hermanos, a diferencia de lo que pasa de padres a hijos, donde el impuesto de donaciones apenas tiene impacto por las reducciones existentes, entre hermanos casi no hay bonificaciones, por lo que la carga fiscal es mucho mayor.
La experta advierte que en el caso planteado de que un hermano renuncie a su parte de la herencia en favor de otro, tendría que hacer frente a un pago relevante del impuesto de donaciones.
Lo más recomendable, según la abogada, es, antes de hacer dicha donación, calcular el importe exacto que habría que abonar en el impuesto sobre donaciones. “Te aconsejo que lo calcules de antemano”, señala la abogada, recordando que la falta de planificación puede llevar a situaciones imprevistas.
