Comprar una vivienda nueva supone una gran ilusión para los nuevos propietarios, pero en ocasiones también algunas sorpresas y no todas agradables. El pago de los impuestos por la compra de una vivienda puede generar ciertas dudas entre los compradores, y en ocasiones la cosa puede verse complicada por errores de la administración.
Así ha sido el caso de una pareja francesa, que tras comprar una casa en abril de 2023, recibieron una carta de Hacienda unos meses después en la que se indicaba que eran propietarios del inmueble desde diciembre de 2022. Esta diferencia de fechas supuso una consecuencia directa sobre el impuesto sobre la propiedad, al aparecer como titulares de la vivienda durante todo el año 2023.
Según la información publicada por medios locales como ‘Figaro Inmobilier’ y ‘Midi Libre’ la clave del problema estuvo en la comunicación de la promotora al finalizar la construcción. Así lo explicó la propia oficina de Hacienda, que argumentó que el promotor declaró la finalización de la obra demasiado pronto, lo que provocó que el fisco entendiera que la vivienda ya era habitable y, por tanto, los compradores eran propietarios desde diciembre de 2022.
Hacienda da marcha atrás y reconoce el error
La promotora, Cogedim, notificó en mayo de 2023 que la fecha facilitada a Hacienda era la considerada “real” en términos fiscales: el momento en que el inmueble podía ser ocupado, aunque los nuevos propietarios no firmaron la compra hasta abril del año siguiente. Este criterio no lo comparte el consejo de copropiedad del edificio, cuyo presidente sostiene que "los compradores solo son verdaderos propietarios cuando se paga el precio", es decir, en abril de 2023.
Hacienda finalmente aceptó este argumento de los compradores, comprometiéndose a asumir todos los impuestos sobre la propiedad correspondientes y a enviar una notificación de desgravación fiscal a los afectados. "Todos los impuestos sobre la propiedad serán asumidos", aseguraron las autoridades a los nuevos propietarios del edificio.
Sin embargo, según recogen los medios locales, hay un detalle relevante que las autoridades fiscales pasaron por alto, y es que en Francia las nuevas construcciones están exentas del impuesto sobre la propiedad durante dos años desde el 1 de enero siguiente a la fecha de finalización de las obras. Para beneficiarse de esta exención, los propietarios deben presentar una declaración en los 90 días posteriores a la finalización de la obra.
