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Hacienda perdonará las deudas a todos los contribuyentes que sean inferiores a estas dos cantidades

La Agencia Tributaria tiene la potestad de perdonar deudas siempre que sean inferiores a los tres euros o cuando sean superiores a los 10.000 euros y se cumplan ciertos requisitos.

Fachada de una oficina de la Agencia Tributaria
Fachada de una oficina de la Agencia Tributaria |Hacienda
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Tener una deuda con Hacienda puede ser más común de lo que parece, ya sea por qué hemos incumplido algunas de nuestras obligaciones fiscales con la Agencia Tributaria o simplemente por un descuido al no darnos cuenta. Los motivos, al igual que las cuantías, pueden ser variados, pudiendo ir desde los unos pocos céntimos hasta decenas de miles de euros. A pesar de que los ciudadanos estamos obligados a pagar todas las deudas con Hacienda, hay excepciones. Es decir, hay determinadas circunstancias por las que es posible evitar el pago sin temor a recibir una multa o sanción por parte de la Agencia Tributaria.

En este sentido, la Administración permite anular y dar de baja las deudas con Hacienda inferiores a los 3 euros en su contabilidad. Por otro lado, existe la Ley de Segunda Oportunidad que permite exonerar de deudas a las personas, aunque en condiciones específicas y cumpliendo ciertos requisitos.

Cuantías inferiores a los 3 euros

La Agencia Tributaria publicó una resolución (la cual se puede consultar Boletín Oficial del Estado) en la que la Dirección General de la Agencia Tributaria determinó que las deudas pendientes de recaudar con fecha 1 de junio de 2022, cuyo importe sea inferior a tres euros, serían anuladas y dadas de baja en contabilidad.

Hacienda perdona deudas inferiores a los tres euros
Resolución 10 de noviembre de 2022 | Foto: BOE

Esto es así porque los costes administrativos necesarios para reclamar dichas cantidades superan el importe que se recuperaría, es decir, que no compensa. Por lo tanto, si una persona tiene una deuda de estas características, la anulación es un proceso automático ejecutado por la propia Agencia Tributaria, no algo que el deudor deba solicitar. En el caso de que la deuda sea superior a tres euros, esta medida no será aplicable y la Agencia Tributaria podrá reclamar el importe mediante los procedimientos habituales.

La Ley de la Segunda Oportunidad

Otra situación en la que se pueden cancelar deudas es a través de la Ley de la Segunda Oportunidad (LSO) y que se encuentra recogida en la Ley 25/2015 (se puede consultar en este Boletín Oficial del Estado). Esta ley se lanzó con el objetivo de ayudar a personas con deudas que no pueden pagar, para poder así empezar de nuevo sin tener la carga de tener que arrastrar indefinidamente una deuda que nunca podrán solventar. Ahora, la misma, se actualizo por la Ley 16/2022, de 5 de septiembre.

Ahora, hay que explicar que aunque la Ley de la Segunda Oportunidad permite perdonar deudas, en el caso de las deudas públicas, como las contraídas con Hacienda o la Seguridad Social, la reforma de 2022 estableció un límite y es, que se pueden perdonar hasta un máximo de 10.000 euros por cada administración (10.000 de Hacienda y 10.000 de la Seguridad Social). En el caso de que la cantidad supere este límite deberá pagar mediante un plan de fraccionamiento. Además, no todas las personas pueden acceder a ese mecanismo, ya que hay que cumplir una serie de condiciones, siendo las siguientes:

  • Ser un deudor de buena fe.
  • No haber sido condenado por delitos de tipo socioeconómico en los últimos 10 años.
  • No haber sido declarado culpable en el concurso de acreedores.

Además de poder perdonar una parte de la deuda, esta ley ofrece otros beneficios como el de detener de inmediato los embargos por impagos, que una vez finalizado el proceso con éxito, el nombre del deudor se elimina de las listas de morosos (como ASNEF). Esto permite, por ejemplo, que la persona pueda solicitar un préstamo o poder solicitar alguna prestación a la administración (recordemos si se tiene deudas con la administración no se pueden solicitar), lo que puede ayudarle a mejorar su situación económica para poder así cumplir con su objetivo, que es, el poder empezar de nuevo.

Para entenderlo más claro, vamos a poner un ejemplo en el que Carlos, es un autónomo cuyo negocio fracasó, dejándole con 40.000 euros en deudas con bancos y proveedores, y una deuda de 12.000 euros con Hacienda. Al acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad y cumplir los requisitos de buena fe, el juez le concede la exoneración. Esto significa que los 40.000 euros de deuda privada se cancelan por completo. De los 12.000 euros que debía a Hacienda, se le perdonan los primeros 10.000 euros, y los 2.000 euros restantes se incluyen en un plan de pagos para que pueda abonarlos de forma fraccionada, permitiéndole así una verdadera recuperación financiera.