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El dueño de un negocio de kebab habla claro: “un rollo vale 4,50 euros, es barato. Como mínimo tendría que valer 5,50. Estamos aguantando y no sé hasta cuándo vamos a poder aguantar”

El propietario alerta de que los márgenes actuales apenas cubren gastos y advierte de que la subida de costes pone en riesgo la viabilidad y el empleo en los pequeños locales.

Uno de los dueños de Khan Kebab Albacete
Uno de los dueños de Khan Kebab Albacete |Made in Albacete
Ana Cara
Fecha de actualización:
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El dueño de un negocio de kebab en Albacete, el más viral de internet con más de 18.000 seguidores, Khan Kebab, ha explicado en el podcast ‘Made in Albacete’ una realidad que afecta cada vez a más pequeños locales de comida rápida: la dificultad de mantener precios bajos mientras la inflación no deja de subir. En su intervención, el hostelero ha expuesto con detalle los márgenes con los que trabajan y ha desmontado la idea de que el kebab sea un producto caro.

El precio de un kebab “es barato”, responde sin dudar cuando se le pregunta por el coste actual. Según explica, un rollo tiene un precio de “4,50 euros” y un menú normal cuesta “siete”, cantidades que, a su juicio, no dejan apenas beneficio. “Es barato, no tiene mucha margen”, insiste, comparando su situación con la de otros negocios de hostelería que, asegura, cuentan con mayor rentabilidad.

Un negocio en el que prima el volumen de ventas 

El propietario del local explica que su modelo de negocio se basa en el volumen de ventas, ya que el margen por producto es muy reducido. “A nosotros nos hace falta vender mucho para ganar algo”, señala, dejando claro que los precios actuales apenas cubren gastos. Por eso, cuando se le pregunta cuál debería ser el precio real de un kebab, su respuesta es que, "como mínimo 5,50”.

Sin embargo, reconoce que no han aplicado esa subida pese al encarecimiento generalizado. “Ha doblado todo y nosotros no hemos doblado precios”, afirma, poniendo como ejemplo el coste de las bebidas. “Cuando hemos empezado, una Coca-Cola valía… 45 céntimos. Ahora dice como 70 y algo”, explica, reflejando cómo la inflación ha impactado directamente en los gastos del negocio.

“Estamos aguantando y no sé hasta cuándo vamos a poder”

El dueño del kebab hace evidente su preocupación al final de la entrevista, al ser preguntado por cuánto tiempo pueden mantener estos precios, cuando responde con sinceridad que están “aguantando” y no saben “hasta cuándo vamos a poder". Una frase que resume la incertidumbre que viven muchos pequeños hosteleros.

Según señala, el futuro dependerá de la evolución del mercado. “El problema es que depende del mercado, de cuánto sube. Todo está subiendo”, advierte. Y concluye que, si la situación continúa así, “nosotros también deberíamos de subir”, dejando claro que la subida de precios podría ser inevitable para garantizar la supervivencia del negocio.