Dos indigentes ganan 500.000 euros con una tarjeta de crédito robada y el propietario ofrece compartir las ganancias

Muchas personas invierten grandes cantidades de dinero en juegos de azar o compran lotería confiando en que algún día les tocará y tendrán la vida resuelta, y en ocasiones se convierte en realidad. Es el caso de dos franceses sin hogar que ganaron 500.000 euros en un ‘rasca y gana’. Sin embargo, dejando a un lado la felicidad del momento, la historia se enturbia al conocer que utilizaron una tarjeta de crédito robada para pagar.

La historia comienza hace unas semanas, cuando Jean-David E. regresó a su coche que tenía aparcado en el centro de Toulouse (Francia) y descubrió que su mochila había desaparecido, según explica el periódico francés Le Parisien. Dentro tenía todas sus pertenencias, tarjetas y documentos de identidad.

Al día siguiente, presentó una denuncia por robo y se puso en contacto con su banco para bloquear las tarjetas, pero ya era demasiado tarde: los ladrones se habían gastado 52,50 euros gracias al ‘pago sin contacto’ de la tarjeta de crédito.

Al investigar el movimiento en su cuenta y ver la geolocalización del gasto, descubrió que la operación se había realizado en un estanco a menos de 500 metros donde estaba aparcado su coche. Al acercarse al establecimiento, el estanquero le dijo que recordaba a dos personas sin hogar que habían comprado boletos de rasca y gana, siendo uno de ellos el ganador de 500.000€, la cantidad máxima.

La pertenencia del premio no está clara

A raíz de todo este revuelo, Jean-David no sabe si le pertenece ese dinero: "Sin mí, no habrían ganado, pero sin ellos, yo no habría comprado este billete". Los dos ladrones aún no han intentado reclamar el premio, problamente por miedo a ser arrestados o a que la Française des Jeux, la entidad encargada de estos juegos que se correspondería a una administración de lotería en España, bloquee el pago del premio.

“La policía me dijo que la suma sería incautada”, explica la víctima, y para evitar que eso ocurra ofrece una tregua a los delincuentes: “¿Por qué no llegar a un acuerdo amistoso y hacerlo a medias?”. Con esta propuesta, cada parte recibiría 250.000 euros, con los que el francés planea reducir su hipoteca de 20 a 15 años.

Sin embargo, hasta que los dos ladrones no se pongan con el abogado de la víctima, el boleto permanecerá inutilizable y el premio quedará bloqueado hasta que se resuelva el caso.