El precio de la gasolina da un giro radical y el diésel sube, pero estas gasolineras lo venden a 1,03 euros

Mientras que el precio de la luz continúa alcanzando precios máximos, el precio del diésel sigue al alza por quinta semana consecutiva, alcanzando un nuevo máximo desde principios del pasado mes de septiembre. Por su parte, la gasolina ha roto esta semana su tendencia alcista y ha experimentado una ligera bajada, manteniéndose, no obstante, por debajo de la media europea. Así y según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea publicados este jueves, el precio medio del litro de gasolina se sitúa en 1,5135 euros, lo que supone un descenso del 0,08% respecto a la semana anterior, mientras que el diésel asciende hasta los 1,4315 euros el litro, con una subida del 0,032%.

Cabe recordar que durante los últimos meses ambos carburantes habían acumulado continuas bajadas, llegando a abaratarse un 8,9% en el caso de la gasolina y un 9,2% en el del diésel hasta mediados de octubre, tras una serie de bajadas iniciadas en julio. Estas bajadas de precio llevaron a cerrar el año 2023 en niveles mínimos. A pesar de ello, el inicio de 2024 marcó un punto de inflexión con las primeras subidas en tres meses, lo que refleja un comportamiento volátil con altibajos a lo largo del tiempo.

Llenar un depósito de gasolina cuesta 78 euros

El precio de la gasolina (super 95) se ha situado en los 1,5135 euros por litro de media, lo que supone un descenso del 0,08% con respecto a la semana pasada, cuando se encontraba en torno a 1,5157 euros. Con esta nueva variación, con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de diésel tiene un coste de unos 83,84 euros, aproximadamente 3,2 euros menos que en las mismas fechas del año pasado, cuando ascendía a unos 87,04 euros.

Este es el precio medio en España, aunque el mismo puede variar según la provincia o la estación de servicio donde se realice el repostaje. Para obtener información más detallada, la Sede Electrónica del Ministerio de Industria y Turismo, en su apartado “Precio de carburantes en las gasolineras españolas”, permite consultar los precios de la gasolina y el diésel para cada provincia y cada estación de servicio.

Así, la gasolinera más barata se encuentra en Navarra (E.S. Buñuel), donde la gasolina se vende a 1,221 euros. Tras esta, las siguientes gasolineras más económicas están en las provincias de Bizkaia, Córdoba, Murcia, Castellón, Madrid o Córdoba donde el precio se sitúa en los 1,31 euros de media.

El precio de diésel también sube hasta los 1,431 euros

El precio medio del diésel (gasóleo A) se ha situado en los 1,431 euros por litro de media, lo que supone una bajada del 0,08% con respecto a la semana pasada. Con esta nueva variación y con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de este carburante cuesta aproximadamente 78,73 euros, lo que representa un ahorro de unos 6,1 euros en comparación con la misma semana de octubre de 2023, cuando el precio ascendía a unos 84,83 euros.

La estación de servicio más barata para diésel se encuentra en Córdoba (Cotranco) donde el diesel está 1,03 euros. Tras esta, las gasolineras más baratas se encuentran en Murcia, Alicante, Valencia o Navarra donde el precio medio del diesel está a 1,19 euros el litro, tal y como se muestra en la siguiente imagen.

Un año entero con la gasolina más barata que Europa

A pesar de las últimas subidas, se puede decir que España sigue teniendo una gasolina más barata que el resto de la media europea. Mientras que la gasolina sin plomo de 95 se sitúa en 1,5135 euros de media en el país, en la Unión Europea el precio medio se eleva a 1,643 euros el litro y en la eurozona a 1,690 euros. Por su parte, el diésel en España, con 1,4315 euros, también se mantiene por debajo de la media de la UE (1,561 euros) y de la zona euro (1,584 euros).

El precio de los carburantes depende de varios factores, como su propia valoración en el mercado (al margen de la del petróleo), la evolución del precio del crudo, los impuestos, el coste de las materias primas y la logística, los beneficios que obtienen los intermediarios, así como la situación geopolítica. Además, los cambios en el precio del petróleo no se reflejan inmediatamente en lo que paga el consumidor; suelen producirse con cierto retraso.