Mientras el aceite de oliva se ha abaratado en lo que va de año, los huevos, el café, la carne de vacuno y el chocolate encabezan el encarecimiento de la cesta de la compra en España, con incrementos de dos dígitos entre enero y noviembre, según los últimos datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y consultados por Europa Press.
Entre enero y noviembre, los huevos se han encarecido un 30%, convirtiéndose en el producto alimenticio con mayor subida acumulada. Les siguen el café, con un aumento del 17%, después la carne de vacuno, que es un 15,6% más cara. A continuación el chocolate, con un incremento del 13,3%, y el cacao y el chocolate en polvo, que han subido un 12,4% en el mismo periodo.
Otros alimentos también han registrado aumentos relevantes, aunque por debajo de los dos dígitos. Es el caso de las frutas frescas o refrigeradas (+9,1%), el pescado congelado (+7%), los despojos comestibles (+7%), los frutos secos y de cáscara (+6,8%), así como la mantequilla y la leche entera, ambas con subidas del 5,1%.
Los huevos, a la cabeza también en tasa interanual
En la comparación interanual de noviembre de 2024 a noviembre de 2025, los huevos vuelven a situarse como el alimento que más se ha encarecido, con un alza del 30,2%. Tras ellos se encuentran la carne de vacuno (+18%), el café (+17,3%), otros aceites comestibles (+17%), el chocolate (+14,5%) y el cacao (+12,4%).
En el caso de los huevos, la escalada de precios en España se arrastra desde comienzos de año y se intensificó a partir de marzo, cuando empezaron a registrarse incrementos interanuales de dos dígitos. Hasta noviembre, este producto acumula nueve meses consecutivos con subidas superiores al 10%. Solo en noviembre, el precio aumentó un 6,8% respecto al mes anterior.
El encarecimiento del café está estrechamente ligado a factores climáticos adversos, como sequías y heladas en los principales países productores, que han reducido las cosechas. A ello se suman los conflictos geopolíticos, que han encarecido el transporte y la distribución, y el aumento de la demanda en mercados emergentes, especialmente en China.
El chocolate, aunque sigue siendo sensiblemente más caro que hace un año, ha moderado su escalada. Según la Organización Internacional del Cacao (ICCO), los precios llegaron a registrar aumentos interanuales cercanos al 25% en algunos momentos del año, pero esa presión se ha ido suavizando.
En su último informe, al que ha tenido acceso Europa Press, la organización apunta a la menor llegada de cacao a los puertos de Costa de Marfil y a una demanda debilitada como factores determinantes del mercado reciente. “Las moliendas del tercer trimestre de 2025 mostraron la caída más pronunciada en Asia, mientras que en Europa y América del Norte se observaron tendencias mixtas”, señala el organismo.
La ICCO advierte, no obstante, que las incertidumbres regulatorias en la Unión Europea, en particular la normativa que prohíbe la comercialización de productos vinculados a la deforestación como café, cacao, soja o aceite de palma, junto con el clima y los factores estacionales, “podrían alterar el equilibrio entre la oferta y la demanda” en los próximos meses. Para la temporada 2025/26, la organización prevé un excedente mundial de cacao, debido al aumento de la producción y a una demanda que tarda en recuperarse tras las fuertes subidas de precios.
El aceite de oliva, la excepción destacada
En el extremo opuesto, el aceite de oliva se consolida como el alimento que más se ha abaratado en el último año, con una caída interanual del 38,1%. También han bajado el azúcar (-7,5%), las patatas (-3%) y la pizza (-1,7%). Pese a ello, el aceite de oliva registró en noviembre una subida mensual del 2,6%, encadenando así su segundo aumento consecutivo. Desde enero de 2021, este producto acumula, no obstante, un incremento del 57,7%.
En términos generales, los precios han subido en España un 2,6% en los once primeros meses del año. Casi siete décimas de ese aumento se explican por el encarecimiento de hoteles, cafés y restaurantes, mientras que la vivienda, sin contar la compra de pisos, aporta seis décimas. Los alimentos, por su parte, contribuyen con algo más de medio punto al incremento total del IPC, confirmando su peso decisivo en el coste de la vida cotidiana.
