CaixaBank estrena un nuevo servicio: el cobro instantáneo en España

CaixaBank se caracteriza por ser uno de los bancos más innovadores en la aplicación de nuevas tecnologías para brindar mejores servicios a sus clientes, principalmente en el ámbito digital. Ahora da un paso adelante, y se convierte en la primera entidad bancaria que comenzará, junto con la compañía tecnológica Iberpay, a implementar el sistema de cobro instantáneo por parte de las empresas a sus clientes.

Esta nueva funcionalidad, que probablemente esté en marcha a partir del 22 de junio, implica que, por ejemplo, una empresa puede ser la que ordene el cobro instantáneo a un cliente, cuando, hasta el momento, es este último quien debe dar la orden de pago. Es decir, que permitirá que el destinatario sea quien solicite que se le pague. Una funcionalidad que busca eliminar los retrasos en pagos finales.

Cómo opera la nueva función de CaixaBank

La nueva función de cobro instantáneo de CaixaBank se puede llevar a cabo gracias a que la entidad bancaria e Iberpay, la empresa tecnológica de procesamiento de pagos, recibieron la autorización para comenzar esta semana con las primeras operaciones de solicitud de cobro inmediatas, de forma digital y en tiempo real. Hasta ahora, las transferencias solo podían hacerse desde la cuenta del pagador, y no al revés. Este nuevo sistema permitirá que hacer la operación de forma inversa, y que sean las empresas las que puedan ordenar el cobro al cliente.

Esta estructura tecnológica de pagos inmediatos, permitirá también que se puedan incorporar facturas que el cliente podrá o no aceptar, con la posibilidad de ofrecer el pago fraccionado o en plazos. Además, se podrá utilizar con todos los países que forman parte de la Unión Europea.

Este sistema, que se denomina en inglés ‘request to Pay SEPA’, lleva años de investigación y desarrollo, y que ahora CaixaBank lo pondrá en marcha como un servicio orientado al comercio. Solo las empresas podrán usarlo con el fin de agilizar los procesos de gestión como recobros, ya que el cliente siempre tendrá que aprobar el pago. 

Si el cliente decide no pagar, no se le cobrará, pero esta funcionalidad es muy efectiva para casos  como cuando se devuelven recibos por falta de saldo en la cuenta bancaria o por olvidarse de domiciliar un servicio.