Una multa, una avería, una factura inesperada… Imprevistos pueden surgir en cualquier momento, más ahora con la subida de precios ocasionada por la inflación. Una necesidad de urgencia que, como podemos ver en múltiples anuncios, se solucionan en ocasiones con créditos rápidos. Sin papeleos y en 24 horas: son las principales bazas con las que se presentan. Pero, ¿son supervisados? Hay que tener cuidado, centrándose el Banco de España en este asunto para lanzar su último aviso.
Como explica la entidad, los créditos rápidos son préstamos de importes pequeños que se conceden generalmente de forma inmediata. La mayoría, incluso, se solicitan por internet, aunque también se pueden pedir por teléfono. Otra ventaja es que apenas requieren documentación al solicitante, bastando en algunos casos con ser mayor de edad, no estar en ningún archivo de morosos y disponer de una cuenta corriente, como informa Kelisto con los préstamos rápidos, un producto similar.
Aquí se encuentra el primer problema. Como apunta el BdE, estas entidades, que pueden ser perfectamente empresas privadas y no necesariamente bancos, no se aseguran de que el cliente tenga garantías o recursos para acceder a la financiación que se le ofrece. De hecho, si se acogen a este producto, es porque normalmente no tienen ninguna otra opción. Pero, lo rápido, puede salir realmente caro.
Créditos rápidos, un TAE por las nubes
Así de claro lo anuncia el Banco de España: “Tantas facilidades a la hora de la concesión de estos créditos (inmediatez, pocos trámites, pocas exigencias económicas) tienen un precio: han de devolverse en muy poco tiempo, a un tipo de interés alto y con elevadas comisiones que dan lugar a una TAE también por las nubes, reflejo fiel del coste elevado al que se nos ha concedido este préstamo”.
Al final, la finalidad del crédito rápido es cubrir unas necesidades puntuales, con carácter de urgencia, aprovechándose de este detalle para inflar los intereses. Por este motivo, desde el BdE explican que antes de contratar uno hay que asegurarse saber cuál va a ser la cantidad de dinero de la que realmente vamos a disponer, la cuota que vamos a pagar y, sobre todo, ser conscientes del precio al que se nos presta el dinero.
En este sentido, se puede utilizar el simulador del Banco de España para préstamos hipotecarios o personales. Con esta herramienta se puede calcular el TAE que se ofrece, que es la cantidad real que se va a pagar por el dinero prestado por una empresa privada o una entidad financiera. Aquí se incluyen tanto el tipo de interés como las comisiones y el plazo de la operación. Para utilizar esta calculadora, solo habría que añadir los siguientes datos: capital inicial, tipo de interés, plazos de amortización (años), interés posterior y año o más en el que cambia el tipo, estos dos últimos si se diera el caso.
¿Están supervisadas estas empresas?
Otro problema importante que deben conocer todas las personas que están pensando en solicitar un crédito rápido, es que la mayoría de empresas que conceden este tipo de financiación no están supervisadas por el Banco de España. Lo ha advertido la propia entidad, recordando que no es una actividad reservada únicamente a las entidades financieras.
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