Bajan los pensionistas acogidos al bono social de la luz en España y, por el contrario, crece el de las familias numerosas. Mientras que el primer colectivo ha visto como el número de beneficiarios ha caído un 11% en un año, al pasar de 109.903 en mayo de 2022 a 106.613 en abril de este año, tal y como informa Europa Press en base a los últimos datos ofrecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el segundo grupo ha crecido un 6,9%. Estos últimos han pasado de 353.145 en mayo de 2022 a las 376.120 en abril de 2023.
El bono social eléctrico es una ayuda que ofrece el Gobierno de España a las personas con menos recursos para pagar la factura de la luz. Se trata de un descuento del 25% o del 40% en el precio de la electricidad, según el nivel de renta y la situación familiar de cada solicitante. Para las familias numerosas, apenas existe el requisito de estar en posesión del carnet que lo acredite.
Sin embargo, los pensionistas (sin importar que sean contributivas o no contributivas) que reciben el importe mínimo y que no reciben otros ingresos superiores a 500 euros, aquellos que son considerados como consumidores vulnerables, son los que pueden pedirlo. Estos representan casi 2,5 millones de personas, según los datos de la Seguridad Social, causando cierta sorpresa su poca penetración y su consecuente caída.
Echando la vista atrás, en los últimos años, el número de beneficiarios pensionistas del bono social eléctrico ha caído de forma significativa. Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a finales de 2018 había 1.057.000 pensionistas con derecho al bono social eléctrico, mientras que a finales de 2020 solo quedaban 841.000, lo que supone una reducción del 20%.
Los factores que explican la caída del bono social eléctrico entre los pensionistas
¿A qué se debe esta disminución? Hay varios factores que pueden explicarla, entre los que destacan:
- El cambio de criterio para acceder al bono social eléctrico. En 2017, el Gobierno modificó los requisitos para solicitar esta ayuda, pasando de tener en cuenta la potencia contratada a basarse en el nivel de renta y la situación familiar. Esto supuso que muchos pensionistas que antes podían beneficiarse del bono social eléctrico dejaran de cumplir las condiciones, ya que sus ingresos superaban el límite establecido.
- La falta de información y difusión sobre el bono social eléctrico. Muchos pensionistas desconocen la existencia de esta ayuda o no saben cómo solicitarla. Además, el proceso de solicitud puede resultar complejo y engorroso, ya que requiere presentar una serie de documentos y certificados que acrediten la situación económica y familiar del solicitante.
- Los criterios de elegibilidad para el Bono Social. Solo pueden acogerse al bono social los pensionistas que reciban la pensión mínima, sin otros ingresos anuales agregados superiores a 500 euros. Esto podría limitar el número de pensionistas que pueden beneficiarse del Bono Social.
- Aumento en el número de familias numerosas y perceptores del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que se benefician del bono social. Las familias numerosas que se benefician del bono social de la luz más que triplican a los pensionistas acogidos a estos descuentos en la tarifa eléctrica.
- La polémica política. El bono social eléctrico ha sido motivo de controversia política después de que trascendiera que cargos públicos estaban acogidos al mismo, lo que llevó a anunciar que se modificarían los criterios de renta para poder beneficiarse de estos descuentos. Esto podría haber afectado a la percepción y utilización del Bono Social por parte de los pensionistas.
- El incremento del precio de la luz. El bono social eléctrico solo se aplica sobre el término de consumo de la factura, es decir, sobre la cantidad de electricidad que se utiliza. No afecta al término de potencia, que es el precio fijo que se paga por tener acceso a la red eléctrica, ni a los impuestos ni a los peajes. Estos conceptos han experimentado subidas importantes en los últimos años, lo que ha encarecido la factura de la luz y ha reducido el impacto del bono social eléctrico.
Quién puede pedir el bono social eléctrico
Ser titular del contrato de luz en la vivienda habitual, tener contratada la tarifa regulada o PVPC con una potencia inferior o igual a 10 kW, pertenecer a una de las categorías de consumidor vulnerable, vulnerable severo o en riesgo de exclusión social, según los criterios de renta y familiares establecidos por el Gobierno o acreditar la situación mediante la presentación de la documentación requerida son algunos de las condiciones requeridas para beneficiarse del bono social eléctrico.
Por su parte, los pensionistas pueden solicitar el bono social eléctrico siempre que perciban la pensión mínima por jubilación o incapacidad permanente. Además, deben cumplir los requisitos de renta y familiares que correspondan a su categoría de consumidor vulnerable o vulnerable severo.
Por ejemplo, si viven solos, su renta anual no debe superar los 11.279,39 euros para ser considerados consumidores vulnerables, o los 5.639,69 euros para ser considerados consumidores vulnerables severos. Estos límites se incrementan si forman parte de una unidad familiar con más miembros o con circunstancias especiales, como tener hijos a cargo, personas con discapacidad o víctimas de violencia de género o terrorismo.
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