El constante encarecimiento del alquiler en España, que marca máximos históricos en las principales ciudades españolas, ha reabierto el debate sobre si resulta más conveniente comprar o alquilar una vivienda. De hecho, la OCU ya se manifestó sobre esto.
En este contexto, voces influyentes del ámbito financiero insisten en que alquilar puede ser, a largo plazo, una opción más rentable, siempre que se invierta el capital destinado a la entrada de una vivienda en otros activos como fondos indexados o inmuebles para alquiler. Sin embargo, Andrés Millán, abogado y divulgador (@lawtips), se desmarca de este consenso y advierte sobre los riesgos de esta estrategia a través de un vídeo publicado en sus redes sociales.
Qué es más rentable: comprar o alquilar
Mientras influencers y analistas reiteran que puedes conseguir mayores rendimientos si decides invertir, por ejemplo, 100.000 euros en otros activos en lugar de pagar la entrada de una casa, Millán ejemplifica la teoría de la siguiente manera: “A una casa de un millón de euros podrías sacar unos 3.000 euros de alquiler. Pero con ese mismo millón invertido en tres viviendas de 330.000 euros puedes obtener 4.500 euros al mes en rentas”. Pero añade: “Genial, todo suena precioso. ¿De verdad lo vas a hacer? ¿Tienes el temple para invertir todo tu dinero en un fondo indexado y no tocarlo durante 25 años?”, plantea el abogado.
Así, Milán subraya que “este argumento solo tiene sentido si tienes gran inteligencia financiera o un gran patrimonio. Pero no para el común de los mortales”, justificando que, para ello “es necesario que consigas esa rentabilidad que haga que estar alquilado te salga más barato que comprar durante 25 años”, añade.
Además, subraya que la diferencia no es sólo teórica, sino realmente práctica y psicológica, ya que la mayoría de las personas no aplican la lógica de la rentabilidad potencial en su vida diaria, por falta de conocimientos en inversión.
La cultura financiera española va en contra de invertir
También, otro factor importante en este sentido es la cultura financiera española, tradicionalmente vinculada al ladrillo, que tampoco facilita la implantación de estrategias basadas en la inversión bursátil.
Aunque la propiedad se ha mantenido como el principal activo de ahorro de los hogares, la dificultad para adquirir una vivienda se ha intensificado en la última década. A ello se suma la escasa capacidad de los salarios para seguir el ritmo del mercado inmobiliario, lo que repercute de forma especial en las nuevas generaciones.
“Como sé que no lo vas a hacer”, asegura el abogado dirigiéndose a los millones de usuarios, “salvo que seas rico o con altas habilidades financieras”, sostiene que “comprar la casa en la que vives tiene sentido para la mayoría de la gente, porque además cuando te jubiles y tus ingresos disminuyan, será el lugar en el que vivas mientras los alquileres no paran de subir”, concluye.

