Cuando se alquila una vivienda, muchos inquilinos se plantean la idea de subarrendar habitaciones para compartir gastos o sacarse un dinero extra. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta práctica necesita del consentimiento expreso del casero, es decir, que no se pueden alquilar habitaciones, ni siquiera a amigos o familiares sin el consentimiento del dueño de la casa o piso.
Así lo ha explicado el abogado especialista en alquiler Alberto Sánchez, a través de un video en sus redes sociales, ‘LegalMente’. El experto lo ha dejado muy claro “Está completamente prohibido. Da igual que necesites el dinero para pagar al propietario como si lo necesitas para irte de vacaciones”.
El abogado recuerda además que la normativa vigente obliga a contar con el permiso del arrendador para poder alquilar habitaciones dentro de una vivienda arrendada: “Si un inquilino quiere alquilar habitaciones, necesita el consentimiento por escrito del propietario”.
Si el inquilino alquila habitaciones sin permiso del casero puede perder el contrato
Alquilar habitaciones a un tercero sin este consentimiento experto puede suponer la pérdida del contrato de arrendamiento, y es que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) contempla expresamente esta situación y permite al propietario rescindir el contrato si se detecta un subarriendo no autorizado, tal y como explica Sánchez.
Así queda recogido en el artículo 8 de la citada ley que establece que “el contrato no se podrá ceder por el arrendatario sin el consentimiento escrito del arrendador”.
Además, el citado artículo establece que dicho consentimiento debe hacerse por escrito, y que el “precio del subarriendo no podrá exceder, en ningún caso, del que corresponda al arrendamiento.

En resumen, Sánchez es tajante, en ningún caso es posible alquilar habitación sin permiso. “No puedes alquilar una habitación a un amigo o un familiar porque no tiene donde irse”, explica, al igual que no puede hacerse para sacar un dinero extra.