El empresario Rubén Zaballos ha anunciado que en 2026 pondrá a la venta la totalidad de su patrimonio inmobiliario, que es de 200 viviendas, según afirma, al considerar que el actual contexto político y fiscal en España es poco favorable para los propietarios. Así lo aseguró este sábado durante su intervención en el programa laSexta Xplica.
Zaballos explicó que su intención es “vender todos mis pisos, literalmente”, una afirmación que sorprendió a los colaboradores del programa. El empresario detalló que ya ha iniciado el proceso con la puesta en venta de 50 viviendas en Galicia, a un precio medio de 100.000 euros, que calificó como “relativamente asequible”.
Los motivos para vender sus 200 pisos
El empresario justificó la desinversión en dos razones principales. Por un lado, señaló que dispone de “otras empresas que son más rentables”. Por otro, mostró su malestar con lo que definió como un deterioro del clima económico y político.
“No me está gustando el clima que estoy viendo en este país”, afirmó, antes de concretar sus críticas a la política de vivienda de España. Según Zaballos, “los mensajes de que vamos a expropiar o que vamos a freír a impuestos a los empresarios no ayudan. No tienen ningún sentido”.
El impacto fiscal de vender vivienda
Durante el debate, el economista Gonzalo Bernardos advirtió del elevado coste fiscal que puede acarrear una operación de ese tamaño. Zaballos replicó que tiene calculado un impacto del 25%, aunque Bernardos matizó que, en el caso de particulares con viviendas adquiridas hace años y con fuertes plusvalías, la carga impositiva puede acercarse “en la mayor parte del país” al 50%, sumando los distintos tributos.
Más allá del caso concreto, Bernardos situó el debate en un problema de fondo. Señaló que España arrastra desde hace décadas una clara falta de vivienda social y que “ni durante el franquismo ni en democracia” se ha creado un parque público suficiente. Esta carencia, subrayó, está en la raíz de las dificultades actuales para acceder a una vivienda.
El anuncio de Zaballos generó reacciones encontradas entre los participantes del programa. La sindicalista Afra Blanco se mostró favorable a la decisión del empresario y celebró que vaya a vender su cartera de viviendas, reflejando la polarización que suscita el papel de los grandes propietarios en el mercado inmobiliario.
La intervención de Zaballos llega en un momento de fuerte debate político y social sobre la vivienda, con precios al alza, dificultades de acceso para buena parte de la población y desacuerdos sobre impuestos y regulación del alquiler. Su anuncio se suma así a una discusión en la que chocan intereses económicos y políticas públicas, y que sigue sin una solución clara.

