Uno de los sectores más castigados en España es el de la agricultura. Desde las administraciones se insiste en proteger el campo y el producto de proximidad, sin embargo, los que trabajan la tierra denuncian vivir una situación muy distinta. La carga burocrática, la ausencia de ayudas reales y una desconexión entre el discurso político y lo que sucede en el terreno, es la realidad a la que se enfrentan.
Ese es el mensaje que lanza Marc Miralles, agricultor catalán, en una entrevista en el podcast Agrolife, donde responde con contundencia a la pregunta de Germán, director del programa, sobre qué exigiría a las administraciones para impulsar la agricultura y garantizar su futuro.
En un sector donde muchos se incorporan sin experiencia previa, Marc asegura que al llegar de nuevas, están “perdidos”, y que, “lejos de facilitar” los trámites burocráticos, desde las instituciones se entorpece cualquier intento de emprender en el campo. “El problema es cuando empiezan a pedir papeles, papeles, papeles, papeles, papeles, papeles”, relata, subrayando que los trámites se multiplican innecesariamente. “Si se pueden hacer en dos pasos, se hacen en cinco”, añade, señalando a éste como uno de los principales obstáculos para la supervivencia del sector.
Falta de apoyo real al campo
El agricultor no solo denuncia la falta de facilidades para quienes se incorporan al sector, sino también el abandono generalizado que sufren. “Ya no es que ayuden a los que llevan toda la vida, que es de vergüenza”, afirma, insistiendo en que el respaldo institucional es insuficiente para todos los perfiles.
En su opinión, el problema es aún más grave cuando se trata del relevo generacional. “A los jóvenes agricultores es que hay que impulsarlos, facilitar las cosas”, defiende, advirtiendo de que sin ese apoyo el futuro del campo está en serio peligro.
Marc señala la falta de educación y visibilidad del sector primario desde edades tempranas como otra de sus preocupaciones. El agricultor relata una experiencia reciente en un centro educativo que refleja, según él, el desconocimiento generalizado sobre la agricultura. “Fui a darle una charla a un colegio el otro día y decían: ‘las patatas salen de un árbol’”, cuenta, lamentando que no se explique desde pequeños cómo trabaja el agricultor ni cuál es la realidad del sector primario. “No se le da la importancia que se le tendría que dar a nuestro sector”, insiste.
“Hay que ponerse las pilas”
En la parte final de su intervención, Marc dirige un mensaje directo a quienes toman decisiones. “Para los de arriba hay que ponerse las pilas”, afirma, reclamando medidas urgentes y efectivas para sostener la agricultura.
El agricultor se incluye entre quienes necesitan ese respaldo y lanza una advertencia clara sobre las consecuencias de no actuar a tiempo. “Hay que apoyarnos para que dentro de unos años no comamos mierda de fuera, comamos producto nacional, producto de proximidad de nuestros agricultores”, sentencia.
Para lograrlo, reclama ayudas reales, menos burocracia y una simplificación de los trámites que permita a los agricultores centrarse en producir. “Dar ayuda, facilitar los trámites, la burocracia”, concluye, resumiendo una reivindicación compartida por buena parte del sector.
