Trabajar por cuenta propia en España resulta todo un reto para los más de tres millones de autónomos afiliados a la Seguridad Social. Impuestos, inestabilidad laboral, estructuras frágiles, indefensión ante impagos… sí que desde 2019 estos trabajadores se pueden acoger al cese de actividad, una prestación cada vez más común y aplicable a diferentes contextos. Sin embargo, para el colectivo sus medidas son todavía insuficientes, como reivindican desde asociaciones como la UPTA o la UTA.
“Es un buen momento para sentarse y de forma consensuada con diálogo, con intercambio de opiniones, tratar de encontrar los elementos que nos permitan mejorar esta protección social como estamos haciendo con todas las prestaciones del sistema”, aseguraba el pasado marzo Borja Suárez, secretario de Estado de Seguridad Social.
Asociaciones y uniones de trabajadores autónomos presionan para que se reforme la prestación por cese de actividad, mejorando las condiciones y su acceso
Hablamos del también conocido como paro para autónomos, que es una prestación económica mensual que el Estado ofrece a aquellos trabajadores por cuenta propia que, por diferentes causas, se ven forzados a cerrar o poner fin a su actividad.
Esta ayuda existe desde 2010, aunque durante los primeros años funcionó mediante una aportación voluntaria, por lo que la gran mayoría de profesionales no la podían disfrutar al no abonar un extra en su cuota para dicho fin. Sin embargo, desde 2019 es obligatorio para todos los autónomos cotizar por cese de actividad, ya que ha sido incluido por la Seguridad Social en la partida de contingencias comunes.
Actualmente, en España hay 3,4 millones de trabajadores autónomos, de los cuales más de 2 millones son hombres y cerca de 1,21 millones son mujeres, según datos del Ministerio de Trabajo. Esto hace que la mejora de su situación laboral, y la cobertura necesaria en caso de que sus proyectos laborales no salgan hacia adelante, sea algo crucial.
Es a partir de esto que asociaciones y uniones de trabajadores por cuenta propia abogan por reformar este sistema por cese de actividad del que son muchos los que lo consideran insuficiente y con multitud de condiciones que no hacen más que restringir a muchos trabajadores de esta prestación por desempleo.
Reclaman equipararse a los asalariados
Es así que la ATA ha venido reclamando que los autónomos puedan acceder a la prestación por cese de actividad de forma directa, igual que lo hacen los asalariados.
A pesar de ello, las últimas cifras actualizadas por la Seguridad Social demuestran que no sólo no se está mejorando el acceso del colectivo a esta prestación, sino que además está empeorando: hasta marzo de este año, de las más de 3.776 solicitudes que presentaron los autónomos, 2.209 fueron rechazadas. O lo que es lo mismo; un 65% de los trabajadores por cuenta propia que piden el cese ven rechazada su solicitud.
Por su parte, la Seguridad Social ha señalado que los requisitos que un autónomo debe cumplir para acceder a esta prestación es estar afiliados y en situación de alta en la Seguridad Social, contar con un periodo mínimo de cotización de 24 meses, encontrarse en situación legal de cese de actividad y haber solicitado la baja en el PREM.
Según explicó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, una de las propuestas más destacadas, si no la que más, es la de simplificar los procedimientos de acceso a la prestación. Esto, además de flexibilizar los requisitos y aumentar las cuantías económicas ofrecidas.
El 65% de los trabajadores por cuenta propia que piden el paro de autónomos ven rechazada su solicitud
También el de no obligar, por primera vez, a los trabajadores por cuenta propia a cerrar su negocio para disfrutarlo y, además, tampoco a pagar la totalidad de su cuota aunque estuvieran abiertos. Se articulan dos nuevos supuestos de cese de actividad por causas económicas, permitiendo que los trabajadores por cuenta propia con o sin plantilla puedan acceder al cese si tienen deudas o tienen que reducir la jornada de sus empleados.
La intención es equiparar la protección social de los autónomos a la de los trabajadores asalariados, garantizando así una mayor equidad en el sistema. Por su parte, colectivos como ATA buscan establecer mecanismos más ágiles que permitan a los autónomos acceder a la prestación sin necesidad de recurrir a instancias judiciales.
Cabe recordar que la actual regulación del conocido como paro de autónomos proviene del año 2022. Aquella fue la fecha en la que se aprobó una nueva regulación para mejorar la protección de estos trabajadores durante el desarrollo de su actividad y con la que se buscaba introducir aspectos clave de protección tras las experiencias viviendas en la pandemia en la DANA de Valencia.
Al mismo tiempo, UPTA ponía en febrero de margen al Gobierno hasta finales de año para poner en marcha el subsidio para mayores de 52 años. Desde su punto de vista, la modificación de la prestación de autónomos debe ir acompañada de esta medida. La idea es que funcione como la ayuda que reciben los asalariados mayores de esta edad tras agotar el paro. En el caso de los autónomos, el subsidio se activaría tras el fin de la prestación por cese de actividad.
