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Alejandro Martín, autónomo: “podemos echar 24 horas y nadie mira por nuestros derechos, lo único que tenemos es obligaciones, pagar impuestos”

También manifiestan que “ayuda al autónomo no hay absolutamente ninguna” y que cada vez hay menos abogados jóvenes que quieran tener su propio despacho.

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Alejandro Martín, abogado autónomo |NoticiasTrabajo
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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La mayoría de autónomos en España manifiesta que mantener hoy un negocio propio es más difícil que nunca. Por un lado, está la elevada carga fiscal a la que están sometidos y, por otro, porque aseguran que sus derechos no están equiparados con los trabajadores asalariados. A lo que se suma la presión de mantener la rentabilidad en todo momento.

Dos jóvenes abogados, Diego Castillo y Alejandro Martín, que son también autónomos y tienen su propio despacho (Castillo Martín Abogados), hablaron a NoticiasTrabajo sobre la realidad de los trabajadores por cuenta propia, tras ser preguntados por la reducción de la jornada laboral. Para ambos, aunque es una medida favorable para los trabajadores, y con la que tampoco están en desacuerdo, es cierto que también va a traer problemas a algunas empresas.

“Aunque se ampare en que los trabajadores van a tener bastante más eficiencia a la hora de estar más descansados, que no te voy a decir que esté en desacuerdo, es verdad que la empresa va a tener serios problemas y va a querer contratar menos desde el punto de vista empresarial, porque yo lo que necesito es sacar el mayor número de horas posibles de trabajo”, explica Alejandro.

Por esta razón, la necesidad de sacar adelante el negocio, expresa que “los autónomos no tenemos límite de hora ninguna. Podemos echar 24 horas y nadie mira por nuestros derechos como tal, sino que lo único que tenemos es obligaciones, pagar impuestos, regularizar y demás”, al tiempo que reitera que sí está de acuerdo con la rebaja hasta las 37,5 horas “desde el punto de vista del trabajador”.

“Ayuda al autónomo no hay absolutamente ninguna”

Su compañero de despacho, Diego Castillo, explica que ambos son abogados generalistas y que, en su profesión, no existe una jornada laboral como tal. “Acabamos de salir ahora mismo de un juicio de dos sesiones en la Audiencia Provincial y llevamos todo el fin de semana trabajando, llevamos días sin dormir y bueno, realmente lo importante para nosotros es que los asuntos salgan bien, porque nosotros dependemos de nuestro prestigio”.

Los dos jóvenes empezaron como autónomos y luego decidieron formar una sociedad. Como explica Diego, empezaron “desde el día uno pagando cuotas de Seguridad Social, pagando los impuestos correspondientes”, pero también pagando “gastos del negocio” y al principio, asegura, “no tiene ningún tipo de rendimiento”, sino que “es una apuesta”.

Sobre esto, añade que “evidentemente ayuda al autónomo, no hay absolutamente ninguna”, por lo que cree que es necesario que se realicen una serie de mejoras “para favorecer esto, porque cada vez emprende menos gente, incluso en este sector”. De hecho, afirma que la mayoría de sus compañeros “son gente ya bastante mayor, es decir, abogados jóvenes cada vez hay menos. Y los abogados, los pocos abogados jóvenes que vemos, son por oposición, son abogados del Estado, son fiscales”, si bien también hay otros que están contratados por cuenta ajena.

En este sentido, explica que, con el paso de los años, muchos abogados desisten y están cerrando los despachos, “porque es complicado”. “Tienes que tener un volumen de clientela importante, tienes que echar muchas horas de trabajo para ganarte tu prestigio y tener contentos al final a tus clientes. Tú dependes ya no solo de ser el mejor abogado, sino también tienes que ser el mejor empresario”, concluye.