La okupación de viviendas se ha convertido en un tema candente en los últimos años, con cada vez más casos que acaban en los tribunales y llegan incluso a las televisiones. Aunque en muchas ocasiones los okupas logran quedarse durante meses, incluso años, no siempre salen con la suya. Y este caso en Nîmes (Francia) es prueba de ello, ya que un error llevó a una mujer a okupar la casa de la persona menos indicada, un magistrado.
Marion, de 39 años, creyó haber encontrado el lugar perfecto para instalarse con su hija. Según la información publicada por el medio ‘Figaro Inmobilier’ forzó la persiana de la vivienda en pensando que estaba vacía. Pero el propietario resultó ser un magistrado que conocía todos los pasos para desalojarla.
Y eso fue lo que hizo, el juez, presentó una denuncia y el caso llegó al tribunal judicial de Montpellier, que condenó a la okupa a seis meses de prisión condicional, con suspensión de la pena durante dos años y la obligación de someterse a tratamiento.
Además, si no cumple con esas condiciones ingresará en prisión y su hija de 17 años quedará bajo tutela.
No eran sus primeros intentos de okupación
El fiscal subrayó en el juicio que la acusada “es drogadicta”, con consumo habitual de cannabis y heroína, y recordó que incluso intentó suicidarse en abril. Tampoco era la primera vez que Marion se veía envuelta en problemas de okupación.
En noviembre de 2023, okupó el domicilio de un hombre con trastorno bipolar que inicialmente la acogió junto a su hija. Con el tiempo, su pareja, un perro, ocho gatos y un hurón se sumaron a la convivencia, hasta el punto de que el propietario decidió marcharse a casa de sus padres mientras seguía pagando el alquiler.
Cuando Marion fue desalojada, Christophe encontró su vivienda en estado lamentable, suciedad extrema, heces en el suelo y orina en la bañera. Ella se justificó: “metí la pata, estaba pasando por una mala racha” y defendió “¡No soy una delincuente!”.
En esa ocasión fue absuelta al no considerarse okupación, ya que había entrado con permiso inicial. Sin embargo, el juez le prohibió acercarse a la vivienda de Christophe, así como a la del magistrado.