Una jubilada de 81 años vende su casa porque no puede mantenerla y se instala con sus animales en una casa prefabricada en el patio de su hija: tiene “todo lo que necesito”

Tras vender su casa porque era demasiado grande para limpiarla y mantenerla, esta mujer encontró en su hogar, en una vivienda móvil a la que llama “La Tetera”donde vive con sus animales sus animales

La jubilada junto a uno de sus perros | Jane Post - Business Insider
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Muchas personas, especialmente al hacerse mayores, buscan simplificar su vida y adaptar su hogar a sus nuevas necesidades. Para algunos, eso significa reducir espacio, eliminar cargas y centrarse en lo que realmente importa y para conseguirlo esta jubilada de 81 años decidió vender su casa para instalarse en una pequeña casa móvil que ella misma llama “La Tetera” en la que vive con sus animales.

Según explicó en Business Insider, tras vivir durante 31 años en una casa que amaba, necesitaba un cambio, y es que era demasiado grande para mantenerla. Debido a su edad, la casa se había convertido en una carga y tras probar a vivir con una amiga y pasar un tiempo en casa de su hija mayor en Nueva York, finalmente su hija menor le ofreció un lugar en su propiedad para instalar una casa móvil. Lo que iba a ser una solución temporal se convirtió en su hogar definitivo.

Jane bautizó su casita como “La Tetera” porque siempre le han encantado las teteras, y al entrar en ese espacio pequeño sintió que por fin había encontrado algo verdaderamente suyo. La Tetera no es grande, lo esencial está cerca, y todo lo que más valora cabe en ese pequeño espacio que ella cuida con esmero.

Un hogar compartido con gatos, perros y dos gallinas

Jane no vive sola, y es que comprarte comparte su hogar con un grupo diverso de animales que llenan de alegría su día a día. Entre ellos están Penny, una perrita mestiza y regordeta, Choccy, una chihuahua mayor con dificultades para caminar, Little Thing, otra chihuahua mestiza con tres patas, Pinkie, una gata, Agatha Raisin y Sarose, dos gallinas llenas de carácter y Jaeger, otro gato. 

Para Jane, estos compañeros son parte fundamental de su vida cotidiana y hacen que La Tetera nunca esté vacía.

Sus días empiezan temprano, sobre las 5 de la mañana, cuando empieza a cuidar de sus animales, alimentándolos y sacándolos a pasear. Luego prepara té y continúa con sus tareas diarias, que disfruta tanto o más que cualquier gran proyecto. Pasar la tarde observando pájaros desde la ventana, leer uno de los muchos libros que tiene cerca o trabajar en pequeñas creaciones artísticas con conchas fosilizadas son algunas de sus actividades favoritas.

Jane encuentra un profundo sentido en su hogar minúsculo. “Vivir en un espacio pequeño me ha ayudado a concentrarme y ser más creativa”, explicó. 

Independencia y libertad a cualquier edad

Incluso en tiempos complicados, como cuando estuvo gravemente enferma recientemente, La Tetera fue su consuelo. Aunque solo podía levantarse lo justo para alimentar a sus animales, sentir que estaba en su hogar y los recuerdos que guarda en él la reconfortaron profundamente.

Esta jubilada asegura que al envejecer, la lista de cosas que uno ya no puede hacer puede parecer interminable, pero también ha descubierto que ella puede tener cerca todo lo que más valora, familia, paz, independencia y amor animal. Sus bisnietos, de 4 y 8 años, la visitan a menudo y adoran su casa tanto como ella.

Ahora, con más de 80 años, esta mujer disfruta del equilibrio perfecto entre independencia y apoyo familiar. Su hija menor vive cerca por si necesita compañía o ayuda, pero ella tiene claro que puede vivir a su manera, sin las responsabilidades de una casa grande, con privacidad, con paz y con todo lo que ama al alcance de su mano.

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