Paqui es una ‘abuela coraje’ que ha sacado adelante a sus siete nietos por la ausencia de su hija. Un esfuerzo económico muy grande para alguien que sólo ingresaba una pensión de viudedad, como explicó en el programa ‘Y ahora Sonsoles’. Al igual que su hija, ella fue madre joven, con 15 años. Lo que no sabía es que, con el paso de los años, iba a recuperar este rol con sus siete nietos.
Su hija le planteó un día que se marchaba por motivos de trabajo, y luego ella se enteró de que había estado en otras ciudades aparte de Mallorca que era su destino inicial. “No daba señales de vida, los niños no querían verla ni saber nada tanto de su madre como de su padre, porque él ha renegado también”. Poco a poco el contacto con su hija se fue perdiendo. “Quedé en una estación de tren con ella, me dijo que me iba a llamar pero han pasado ocho años y nada”.
Te puede interesar
Sabe que está bien porque hay gente que le ha dicho que se la ha cruzado por Sevilla. “Y está en muy buen estado, me dicen que es igual a mí, como yo, una calcomanía”. Reconoce que “es muy duro lo que me está pasando porque yo a ella la he llevado dentro de mí, pero al saber que está bien… siento paz”.
Ha tenido que ir al psicólogo para entender y aprender a vivir sabiendo que ella se había marchado. Pero apenas le queda tiempo para darle vueltas a la cabeza ya que mantener a sus nietos es su principal ocupación.
“No cobré ninguna ayuda, sólo tenía mi pensión de viudedad”
“¿Cómo mantiene a seis bocas?”, le pregunta la presentadora del programa. “Al principio no tenía ninguna ayuda, luego sí me dieron algo, pero van creciendo y cuando cumplen 18 años tienen que seguir estudiando. Yo tengo una pensión de viuda y mi pareja, que actualmente trabaja, cobra un sueldo". Luego bromea: “no sé cómo se enamoró de mí”.
Su pareja, al que conoció cuando ya estaba con los siete hijos a su cargo (su marido falleció de cáncer), “lo lleva bastante bien, como todo el mundo. Hay días en los que está más cansado…”
Ha tenido que hacer reformas en su casa, concretamente en la parte alta donde ahora hay dos dormitorios. “Me he quedado sin azotea, pero no pasa nada”.
A lo largo del tiempo “he perdido alegría, pero he ganado muchísimo más. Tengo nietos y bisnietos pero viven fuera”. A pesar de todo, “los niños son un encanto”. Ella, que ha tenido 10 hijos, de experiencia va sobrada “sabían que quería ser abuela… pues mira, de siete”.