Tras la calima, llega un meteotsunami: ¿qué es y cómo afectará a España?

Alerta meteotsunami. Con los efectos aún coleando del polvo sahariano en suspensión y las tormentas de barro y las icónicas imágenes del cielo anaranjado, comparece en España otro fenómeno poco característico pero que ya conoce la costa mediterránea española por orden de la erupción del volcán Hunga-Tonga allá por el mes de enero: la ‘rissaga’ (término emparentado con resaca, en mallorquín).

Es otra constatación, y que se une a la experimentada en los últimos años, de los indicios del cambio climático y sus consecuentes efectos como la inestabilidad o la creciente propensión a los fenómenos meteorológicos. Entre ellos, la calima, las DANA o, como de nuevo en este último caso, el meteotsunami, el segundo en apenas tres meses y que empezará ya en esta jornada de miércoles a ofrecer un aperitivo de su impacto.

¿Qué es un meteotsunami?

Básicamente, se trata de un tsunami, provocado por eventos geológicos como pueden ser terremotos, deslizamientos, o, en este caso, erupciones volcánicas y que están desencadenados por un fenómeno meteorológico con consecuencias como variaciones anormales y transitorias del nivel del mar, con olas que pueden alcanzar los dos metros de amplitud en pocos minutos. En resumen, un mar desatado e inestable y que puede presentar, por ejemplo, riesgos para las embarcaciones en los puertos.

El meteorólogo Jose Miguel Viñas explica que la erupción “genera una onda expansiva, como cuando estalla una bomba, y esa onda expansiva se va extendiendo radialmente desde la Polinesia en todas las direcciones, atravesando toda la atmósfera de la Tierra. Lo que ocurre normalmente es que, de repente, no por esta causa sino por otras, se produce un descenso brusco de la presión atmosférica y esa bajada brusca hace oscilar el nivel marino”.

“Es como si apretaras de golpe sobre la superficie del mar, o si de repente succionas y haces que el nivel del mar tienda a ir hacia arriba. Esa perturbación, como el mar tiende a buscar el equilibrio, genera una onda en el mar”, continúa, tratando de realizar una comparación visual. Estas ondas generarían olas que podrían ser incluso destructivas.

Alicante, Almería, Granada: ¿cuándo, dónde y cómo afectará el meteotsunami?

Melilla, en particular, y tres provincias, en general, serán la posible diana de los potenciales efectos del meteotsunami. Este pasado martes, la AEMET ya alertó de los riesgos de oleaje a causa una borrasca atlántica, también denominada ‘nortada’, y que afectó a Alicante, Murcia y Baleares.

Este miércoles, además de Melilla, las zonas costeras de Almería, Granada y Málaga han sido alertadas de consecuencias como oscilaciones transitorias del nivel del mar de carácter extraordinario y de fuerte oleaje. Además, las nubes coparán los cielos, dejando precipitaciones en zonas de la Meseta y, pudiendo ser localmente fuertes, en zonas del interior de Andalucía, mientras tenderán a remitir por el suroeste.

También se experimentarán descenso de temperaturas máximas en el interior peninsular pero aumentarán en el litoral sureste y el Estrecho, zona que tendrá viento de levante tornando a poniente. Un aviso para navegantes. Las temperaturas mínimas subirán en el centro e interior nordeste, donde hará menos frío, con heladas débiles en Pirineos y Sierra Nevada. Una bienvenida para el mes de abril menos cálida de lo tradicional.

En el resto de las zonas, se espera viento flojo variable, tendiendo a componente norte en la mitad norte peninsular y a componente oeste en la mitad sur. Más acusados serán en el litoral sureste peninsular, en el litoral de Galicia, Cantabria, el Estrecho y la zona de Alborán.

La lluvia, protagonista

Pero las lluvias serán las que copen el foco. Serán dispersas, pero abundantes, con posibilidades de tormenta en la mitad sudeste, con Andalucía copando el foco, Alborán y Baleares. En la zona norteña, concretamente Galicia y el Cantábrico occidental, serán menos probables y más escasas, al igual que en las Islas Canarias. La cota de nieve, por su parte, estará entre los 1.400/1.800 metros en los Pirineos y en los 1.600/2.000 metros en alturas superiores a los 2.000 metros. Por tanto, es posible que incluso nieve, con mayor probabilidad en zonas cantábricas.