El Carrefour de Laval, en el oeste de Francia, ha pasado en pocos días de ser un supermercado más a convertirse en un punto de reunión para jóvenes. La razón es Léonie, una cajera cuya repentina fama en redes sociales ha obligado a la dirección a destinar un agente de seguridad para garantizar su protección. Desde que empezó a aparecer en vídeos virales de TikTok, cada vez más adolescentes se acercan al establecimiento no para hacer la compra, sino para verla trabajar tras la caja.
Todo empezó en febrero de 2025, cuando un grupo de jóvenes cajeros comenzó a grabar vídeos cortos y humorísticos en el hipermercado, con la ayuda de una responsable de redes sociales. Al principio era una iniciativa interna sin grandes pretensiones, pero a comienzos de diciembre los vídeos empezaron a acumular millones de visualizaciones, llegando algunos a superar los 10 millones.
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Entre todos los empleados, Léonie destacó rápidamente y se convirtió en la cara más reconocible del grupo. Carrefour reconoce que “no estábamos preparados”, según explica Angélique Durchon, directora del supermercado al medio francés ICI Mayenne. “Por su seguridad, decidimos asignarle un agente”, añade. La joven, que es estudiante y trabaja solo los fines de semana, ha preferido no hacer declaraciones.
La otra cara del éxito
El fenómeno no se limita al supermercado. En las tiendas cercanas, algunos empleados han observado “concentraciones de chicos que gritan el nombre de Léonie” y sus compañeros alertan también de la creación de cuentas falsas y del riesgo de que se suplante su identidad en redes sociales.
Desde Carrefour admiten que la fama tiene un lado negativo. “Obviamente, es tóxico, es el lado negativo”, reconoce la directora del establecimiento. Aun así, la empresa destaca que los vídeos han creado “un ambiente muy bueno en el equipo” y han dado visibilidad a la ciudad. Incluso responsables de comunicación de Carrefour Francia se desplazaron a Laval para felicitar al equipo.
Por otro lado, algunos de los empleados viven la experiencia con sentimientos encontrados. Agathe, de 19 años, cuenta al diario francés que empezó a trabajar en Carrefour tras ver los vídeos en redes, pero no imaginaba un impacto tan grande. Aunque se muestra contenta, denuncia insultos en los comentarios de los vídeos y que algunos clientes les graben sin permiso mientras trabajan.
Para intentar frenar estos comportamientos, el grupo estudia abrir una cuenta en BeReal, una red social más espontánea, con la idea de mostrar cómo se hacen realmente los vídeos y pedir respeto a los trabajadores.