Cambio de hora 2023: hay que adelantar o retrasar los relojes para el horario de invierno

El mes de octubre avanza, y se acerca en España, al igual que en el resto de países de la Unión Europea (UE) el cambio de hora 2023, para pasar al nuevo horario. En este caso habrá que esperar hasta el último fin de semana del mes para que se produzca el cambio. Es por eso que se duda sobre si hay que adelantar o retrasar los relojes para el horario de invierno.

El cambio de hora tendrá lugar el último domingo del mes de octubre, es decir, el 29 de octubre, según lo que establece la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001, relativa a las disposiciones sobre la hora de verano.

¿Se adelantan o se atrasan los relojes?

Para establecer el nuevo horario de invierno, los relojes tendrán que atrasarse una hora, de modo que en la madrugada del sábado 28 de octubre al domingo 29 de octubre, a las 3:00 horas, pasarán a ser las 2:00 horas. 

Este retraso en los relojes supondrá dormir una hora más, y un ahorro de energía, ya que se aprovecharán las horas de luz de forma más eficiente, aunque se disfrutarán de menos horas de luz solar por las tardes. 

¿Cuánto se ahorra con el cambio de horario?

Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), se explica que al aprovecharse más las horas de sol con el cambio de hora, se consume menos energía, y según sus cálculos este ahorro equivaldría a 6 euros anuales. 

Lo que a priori parece un ahorro muy pequeño, y es que si se multiplican esos 6 euros por todos los hogares que hay en España, el ahorro ascendería a los 144 millones, lo que se convierte en una cifra más significativa. 

No obstante, también existen detractores sobre al cambio de hora, que siguen considerando que esta cantidad es demasiado pequeña si se compara con el gasto energético total, que estaría por encima de los 20.000 millones de euros. 

¿Cómo afecta el cambio horario?

El cambio de hora es algo que a priori parece algo sencillo y sin consecuencias, pero que puede afectar a algunas personas de manera negativa. 

Estos efectos adversos suelen afectar sobre todo al estado de ánimo y al humor, y puede ocasionar síntomas como irritabilidad, somnolencia, dolores de cabeza e incluso problemas para mantener la concentración.