Si bien se dice que el trabajo dignifica, a muchas personas les cuesta mucho volver al trabajo los lunes. Y si es después de un periodo de vacaciones, mucho más. Lejos de ser una simple queja, este malestar recurrente es un reflejo de algo que puede ser más profundo: la desconexión emocional, el desgaste silencioso que vamos acumulando… y que, directamente, nuestro cerebro no se ha adaptado a la rutina tras el fin de semana o los días de descanso. Así lo explica la psicóloga Loren en su canal de TikTok, ‘Neurociencia con Loren’.
Algunos, incluso, experimentan el temido ‘síndrome del domingo’, esa mezcla de desgana, y tristeza que anuncia el regreso al trabajo. Y es que, aunque hoy en día nos encontramos en la era de los discursos motivacionales, una gran parte de la población no encuentra sentido real en su día a día laboral.
La dopamina tiene una relación directa con la manera en la que la mente percibe el transcurso del tiempo, un lunes
Entender qué hay debajo de esa sensación puede ser el primer paso para cambiar nuestra forma de relacionarnos con el trabajo y, en su caso, con cómo hacer que nuestro cerebro esté más estimulado.
Porque no, a veces no se trata solo de pereza, sino que muchas veces detrás del "no quiero que llegue el lunes" hay frustración o falta de motivación. Eso hace porque el primer día de la semana se vuelva una jornada interminable… que nada tiene que ver con tu jefe o con la tarea que estemos realizando.
Considerados como ‘los días más largos’ para muchos, la explicación está en los procesos cerebrales. “Lo creas o no, no es culpa de tu jefe sino de tu cerebro y hoy te explico por qué”. Aquí, la especialista ha manifestado que el fenómeno tiene relación directa con la manera en la que la mente percibe el transcurso del tiempo.
“Tu percepción del tiempo depende de la dopamina”, ha explicado Loren. Esta sustancia química del cerebro modula en gran medida sensaciones como el placer y el interés. Un dato clave que contextualiza el fenómeno: “Cuando algo es rutinario o aburrido se libera menos dopamina y la sensación es que las horas no pasan”. Por este motivo, un lunes repleto de tareas monótonas y repetitivas suele experimentarse como interminable.
“Cuando algo es rutinario o aburrido se libera menos dopamina y la sensación es que las horas no pasan”
Incluso, la mayoría de las personas no descansa bien el fin de semana. “Creen que el fin de semana es desvelarse. Eso genera un desbalance neurológico que tu cuerpo no puede sostener”, explica. A esto se suma la falta de sueño de calidad el domingo, lo que convierte el lunes en una cuesta difícil de escalar.
Para cambiar esa tónica, desde su canal de ‘Neurociencia con Loren’, aboga por buscar alicientes que nos hagan el día un poco más emocionante. De hecho, la psicóloga recalca una diferencia sustancial. “Cuando haces algo emocionante o nuevo, la dopamina sube y las horas vuelan”, mantiene.
Este suceso también ayuda a comprender por qué las actividades placenteras o novedosas dan la impresión de que el tiempo transcurre rápido. Ante el mismo, Loren ha sugerido algunas estrategias para transformar esta experiencia y evitar que se conviertan en los días más pesados de la semana. “Busca estímulos en cosas que disfrutes hacer o cosas nuevas”, explica Loren.
Por qué en las actividades placenteras o novedosas da la impresión de que el tiempo transcurre rápido
La dopamina es conocida como el neurotransmisor del placer o la ‘molécula de la recompensa’ debido a su papel en la sensación de gratificación y placer. Juega un papel clave en la motivación, la atención, el aprendizaje y la regulación del estado de ánimo. Cuando experimentamos situaciones placenteras o logramos metas, se libera dopamina, reforzando comportamientos y creando sensaciones de satisfacción.
Además de su papel en el placer, la dopamina también está involucrada en funciones motoras y en la regulación del sistema endocrino. En el cuerpo, puede influir en la presión arterial y la función renal. Por esto, establecer y alcanzar metas pequeñas puede activar el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina. Es ahí que puede ser importante dividir objetivos en tareas manejables y celebrar tus logros, por pequeños que sean.