Personas influyentes como Bill Gates o Elon Musk logran ser más productivos gracias a la regla de las cinco horas. Encontrar tiempo para las tareas del día a día, así como intentar dormir ocho horas diarias, llevar un estilo de vida saludable y seguir formándose, se vuelve casi imposible a causa del ritmo de vida frenético en el que estamos envueltos.
Uno de los factores más importantes para ser productivo es saber distribuir bien el tiempo durante el día. De esta manera, podemos reservar tiempo para actividades de ocio que nos ayuden a desconectar y a mantener un equilibrio en nuestra vida cotidiana.
Los pasos a seguir para cumplir la regla de las cinco horas
Esta regla implica dedicar cinco horas semanales a aprender algo de forma voluntaria. Esto implica constancia y dedicación para que se pueda convertir en un acto rutinario. Por ejemplo, reservar una hora al día durante cinco días, es decir, cinco horas semanales para leer sobre nuevos temas que nos lleven a reflexionar o realizar actividades que impulsen nuestra evolución en el trabajo.
Como resultado, habremos invertido 20 horas a la semana en el desarrollo personal para adquirir conocimientos nuevos y convertir estas actividades en un hábito.
Según Thomas Corley, el autor del libro Rich Habits, después de analizar la rutina de más de 200 empresarios de éxito en el mundo, muchos han aprovechado mucho más su día y han dejado de hacer actividades que le restaban tiempo y no beneficiaban a su productividad.
Las actividades se dividen en tres categorías
Para seguir las actividades que hacen en su día a día Elon Musk y Bill Gates, hay que dividir las actividades en tres categorías.
- En primer lugar, la lectura, para obtener nuevos conocimientos, después tomar apuntes sobre las novedades que se han aprendido para así ponerlas en práctica. Una forma curiosa para recordar lo que se ha aprendido.
- En segundo lugar, la reflexión, para así organizar mejor todo lo aprendido y generar nuevas ideas.
- Por último, la experimentación. Hay que llevar a la práctica lo que hemos aprendido. Aunque hay que tener en cuenta, que no siempre se puede llevar a cabo.
Después de aplicar las tres reglas fundamentales, cada persona debe aplicar trucos personales para aplicar lo que se ha aprendido.
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