Quedarte sin gasolina es motivo de sanción para la Dirección General de Tráfico (DGT). El organismo dirigido por Pere Navarro actualizó su lista de infracciones en carretera, ampliándola y endureciendo sus castigos con tal de acercarse lo máximo posible al objetivo de cero fallecidos en 2050, con la entrada en vigor el pasado 21 de marzo de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial.
El exceso de velocidad, el consumo de drogas o el incumplimiento de las indicaciones y señales de tráfico son algunas de las multas más comunes. Aunque también existen otras más peculiares o curiosas como morderse las uñas, dar un beso o discutir dentro del vehículo, tipificadas con 80 euros de multa. Todo ello por el hecho de influir en la capacidad de concentración del conductor, la principal causa de mortalidad al volante.
90 euros son los que se contemplan como sanción si cualquier método de vigilancia de la DGT observa el hecho de repostar con el móvil o la radio en funcionamiento. Aunque este importe puede llegar a ser muchísimo más del doble si, por el contrario, acaba sucediendo una situación incómoda como la de quedarse tirado con el vehículo por falta de combustible.
Las tres multas por quedarte sin gasolina
Ya funcione su motor con electricidad o cualquier tipo de gasolina o diésel, si ese vehículo quedara parado por falta de carga o carburante, Tráfico puede multar. Las consecuencias no solo son económicas, si no también de seguridad. Puede ocurrir en mitad de una autovía o autopista, tendiendo que orillar el coche de forma poco ortodoxa en el arcén. Es un peligro para el propio conductor y el resto de los usuarios de la vía, en resumen.
En este caso, la multa es de 200 euros. “La parada o el estacionamiento de un vehículo en vías interurbanas deberá efectuarse siempre fuera de la calzada, en el lado derecho de ésta y dejando libre la parte transitable del arcén”, especifica el artículo 90 del Reglamento General de Circulación.
Hay que subrayar que el hecho de quedarse sin gasolina en sí no es motivo suficiente de sanción, sino sus consecuencias, como el menoscabar la seguridad del resto de usuarios de la carretera o la integridad física del conductor, que deberá bajarse del vehículo para conseguir combustible. Se considera además que se ha calculado mal o, directamente, ignorado el aviso de la reserva, que suele ser de 100 kilómetros. Aunque eso es algo que dependerá del tipo de vehículo.
En el caso de que el coche haya quedado parado en un lugar del que se deba desplazarlo a mano, el artículo tres del reglamento también contempla una sanción de 200 euros. “Se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía”, puntualiza. Además, la incorrecta señalización en estos casos, con chalecos reflectantes y los triángulos de seguridad, puede llegar a suponer otros 80 euros extras.
Quedarte sin gasolina: cuidado con el envase para transportar el combustible
Aunque la sanción más grave la contempla el hecho de acudir a una gasolinera o estación de servicio y no transportarlo en el recipiente adecuado. Esto es así ya que la ley establece que debe realizarse en un contenedor homologado. Así, llevarlo en una garrafa o botella de agua de plástico grande puede conllevar una sanción de hasta 3.000 euros (de 2.000 euros para arriba). Al fin y al cabo, se está transportando líquido inflamable de un sitio a otro, habiendo dejado tu coche abandonado.
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