Desde antaño, lo que era bastante habitual en bares y restaurantes de pagar una cuenta por separado, ahora ha empezado por ser una práctica que llega a ser mal vista por los responsables de hostelería. De hecho, ha llegado incluso a extenderse el fenómeno de cobrar a los clientes un suplemento por dividir la cuenta entre los comensales a quienes realicen este procedimiento. Sin embargo, y si bien la segunda es algo que está sujeto a la libertad de los locales, como explica el abogado Xavi Abat, lo que no existe es ninguna ley que pueda impedirnos que paguemos en el restaurante por separado, o ‘a pachas’.
Como tal, el pagar por separado está acompañado por el hecho de que los pagos con tarjeta han aumentado considerablemente en los últimos años. "Cerca del 70% de lo que ingresamos hoy en día es vía tarjeta", apunta un estudio del Banco de España. "Claro, como está desapareciendo el efectivo surgen problemas de quién paga, cómo lo haces, quién paga y cómo divides la cuenta", expresa por su parte el experto legal.
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El abogado Xavi Abat aclara que no hay ninguna ley que nos impida pagar la cuenta por separado, pero el bar tiene la libertad de exponer sus condiciones
Ante esta situación, muchos establecimientos han colgado el cartel en el que informan que no permiten dividir la cuenta. Una medida que empieza a extenderse en bares y restaurantes de todo el país para evitar ralentizar su trabajo e, incluso, para impedir que se pueda descuadrar la caja.
Aquí es donde Xavi Abat aclara en un vídeo publicado en TikTok que no existe ninguna ley específica que obligue a los restaurantes a ofrecer el pago de la cuenta por partes. “Nada se dice en el Código Civil. No hay ninguna ley”, señala. O lo que es lo mismo; las relaciones entre consumidores y establecimientos se rigen por los principios de la libertad contractual. Por lo que desde el local pueden determinar sus condiciones siempre, claro, que las comuniquen previamente al cliente.
‘Una mesa, una cuenta’
La medida de ciertos bares y restaurantes de prohibir esta práctica, ahora cada vez más extendida, responde al criterio tradicional de hostelería de ‘una mesa, una cuenta’. Esta es la que se traduce en la obligación de efectuar un único pago, normalmente a través de una sola tarjeta o en efectivo conjunto, sin que se permitan múltiples operaciones para repartir el importe.
Ello objeta, según señalan numerosos profesionales del sector, a razones de eficiencia operativa. O lo que es lo mismo; el momento de pagar, tradicionalmente uno de los más delicados de la experiencia gastronómica en grupo, se convierte así en un trámite más rápido para los empleados y para el funcionamiento general del local, a costa de una mayor incomodidad para algunos clientes.
Si bien la solución está clara, puede conllevar un problema y es cuando el cliente desconoce la prohibición. "Es un aspecto en el que la ley no llega a profundizar tanto. Simplemente hay que aplicar el sentido común. Lo lógico es informar por parte de la empresa que presta el servicio y los clientes atenerse a estas circunstancias", explica Xavi Abat.
El aviso previo es un requisito imprescindible por parte del local
“Cada establecimiento puede establecer lo que quiera. Por tanto, si el restaurante avisa de este cobro, hay una oferta contractual y tú accedes, lo ves y aceptas, te lo tienes que comer, en todos los sentidos", aclara el experto.
Uno de los aspectos que recalca Xavi Abat es la obligatoriedad del aviso previo. El cliente, al permanecer en el local y consumir con conocimiento del recargo, está dando su consentimiento implícito a esas condiciones. De esta forma, y aunque a muchos les pueda parecer una práctica “cuestionable”, en palabras del abogado Xavi Abat, la legalidad de este suplemento es firme si existe aviso previo y el cliente decide consumir igualmente.