Las entrevistas de trabajo no son nada fáciles. Por mucho que se quiera mantener la calma siempre acaban apareciendo los nervios, al menos durante los primeros minutos. Uno de los momentos que más tensión suele producir es responder a la pregunta de qué salario se espera cobrar, siendo difícil conocer en el momento qué respuesta es mejor dar. Por ello, lo mejor es preparar la contestación de antemano.
La negociación del sueldo es, de hecho, un aspecto determinante. Si se dice una cantidad demasiado baja podría parecer que no se valora lo suficiente el trabajo que se desarrolla, aunque al mismo tiempo tampoco es bueno pecar de ambicioso. La clave está en encontrar el equilibrio y dar con la cantidad justa, o cuanto menos aproximada. Al hacerlo se estaría dando una imagen profesional, demostrando que se conoce el ámbito laboral en el que se pretende postular.
En este sentido, es importante calcular un salario beneficioso para ambas partes. Debe reflejar el valor del trabajo del empleado sin dejar de entender la posición de la compañía. Para realizar este cálculo, existen una serie de factores que pueden ayudar a conseguir unas expectativas salariales adecuadas.
Cómo saber qué salario pedir en una entrevista de trabajo
Negociar el salario es todavía un tema tabú dentro del mundo laboral, siendo un momento especialmente sensible cuándo se pregunta en una entrevista de trabajo. En relación a ello, se puede encontrar que muchas empresas ni siquiera lo publican en sus ofertas de empleo, siendo obligatorio que informen del mismo al menos antes de entrevistar a los diferentes candidatos. A pesar de estas circunstancias, habrá que destacar sobre el resto de aspirantes aportando la respuesta correcta. Estas son las claves para dar con ella.
Buscar referencias salariales
El primer paso es buscar referencias salariales dentro del mercado laboral. Dependiendo del campo de trabajo o la industria a la que se va a aplicar se pueden consultar convenios colectivos. Estos se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE) o en el de la Comunidad Autónoma donde se desarrolla la actividad, encontrándose fácilmente a través del buscador de Google.
Si la empresa no posee ninguno de estos convenios, se pueden buscar salarios que se ofrezcan en empleos similares o del mismo sector profesional. Para este aspecto es de utilidad comprobar los sueldos que se publican en los principales portales de empleo, como pueden ser LinkedIn, Indeed o Glassdoor.
Investigar a la empresa
Conocer la empresa para la que se realiza la entrevista de trabajo no solo es fundamental a la hora de calcular el salario, sino también para impresionar a su departamento de recursos humanos. Es importante descubrir la misión y valores de la compañía para presentarse con el perfil adecuado que cubra las necesidades de la misma. En el tema que nos ocupa, los sueldos, conviene intentar contactar con empleados actuales o antiguos que puedan servir de orientación a la hora de realizar una estimación. También se pueden emplear las plataformas de empleo mencionadas anteriormente para intentar averiguar los salarios.
Demostrar la valía como profesional
Es imprescindible demostrar el valor que se puede aportar a la compañía en el caso de conseguir el trabajo. Si se ha investigado a la empresa correctamente, se ha debido de identificar con facilidad las necesidades que esta necesita cubrir. Si en el momento de la entrevista se ha demostrado la capacidad de suplir estas carencias será más fácil aportar una cifra que les aparezca adecuada para el salario. Lo mismo puede valer para negociarlo, en caso de que sea necesario más adelante.
Saber negociar
En relación a lo anterior, es importante saber cómo negociar. Dar una respuesta es totalmente obligatorio, teniendo que aportar un salario en caso de que sea preguntado. En el momento de dar esta respuesta, se pueden utilizar frases que dejen la puerta abierta a una posible negociación. Así se daría a entender de que están ante una persona flexible pero con conocimiento del sector.
Atreverse a preguntar
Al contrario de lo que tradicionalmente se ha hecho creer, no hay nada malo en preguntar. En caso de que en la entrevista no se informe de la cantidad de dinero que se va a cobrar, es recomendable que los candidatos pregunten dicho salario. Es una señal de confianza y seguridad, no temiendo preguntar el importe por el que va a ser recompensado la labor que se va a realizar en la empresa. Con este y el resto de los pasos, ya será más fácil salir airoso de la entrevista de trabajo.
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