Hay trabajos de los más inhóspitos que a cualquier persona le costaría creer que existen de verdad. Si no, ¿te impaginas trabajar en una petrolera extremadamente remota en el Ártico, con temperaturas de - 50 grados o más? Ashly Hinojos sí. De hecho, ya lo ha hecho. Nació en Chihuahua (México) y, como ingeniera, estuvo trabajando en Deadhorse (Alaska), un centro industrial petrolero ubicado en el círculo polar ártico, al que se accede por una de las carreteras más peligrosas de todo Estados Unidos.
“Bienvenidos a Deadhorse en Alaska. Aquí es donde termina el camino y comienza el Ártico. Quiero mostrarles cómo es un día de trabajo en uno de los lugares más remotos y fríos del mundo”, inicia relatando en su vídeo de TikTok que acumula ni más ni menos que casi 2 millones de ‘me gusta’. Y no es para menos al ver las imágenes, ya que parecen sacadas de una película de ciencia ficción.
“Deadhorse no es un pueblo como los demás. Es un centro industrial para la industria petrolera en Prudobay, uno de los yacimientos de petróleo más grandes de América del Norte. Casi todos aquí, incluyéndome a mí, estamos en turnos rotativos. No hay casas permanentes, ni escuelas, solo campamentos industriales y mucha maquinaria pesada”, explica, añadiendo que, en el momento en que se grabó, la temperatura era de alrededor de -30 °C, pero puede llegar a bajar a -50 o más.
“Semanas enteras en total oscuridad”
Por la ubicación del centro petrolífero, Ashly detalla que durante el verano el sol no se oculta por meses, mientras que en invierno pasan “semanas enteras en total oscuridad”. Además, como Deadhorse es tan remoto, “casi todo, como comida, suministros o herramientas, tiene que ser traído por avión o por la famosa carretera Dalton Highway”.
Esta carretera, también conocida como la ‘carretera del diablo’, es la única forma de llegar por tierra, y se compone de 666 kilómetros de grava y nieve, aunque por lo que es famosa es por ser una de las carreteras más peligrosas de Estados Unidos. ¿El motivo? El trazado posee hielo el 85% del año, tiene desniveles de hasta el 12%, la mayor parte no está asfaltada, las ventiscas también son habituales, y suele haber osos polares durante el recorrido. Por ello, aquellos que se atreven a cruzarla deben contar con víveres de hasta 3 días, por si pudieran quedarse aislados por las inclemencias del tiempo.
Siguiendo con la experiencia de Ashly, añade, como curiosidad, que no se puede comprar alcohol en Deadhorse y que, aunque todo gire en torno al trabajo industrial, “la vida salvaje no pasa desapercibida”. “Manadas de caribúes migran por aquí y si tienes suerte puedes ver zorros árticos o incluso un oso polar”, añade.
Por último, cuenta que “otra cosa increíble” es que Deadhorse es uno de los puntos más al norte que puedes llegar por carretera. “El océano Ártico está a un paso, aunque necesitas permisos especiales para acercarte por la seguridad de los yacimientos petroleros”, concluye. En su vídeo, son muchos los comentarios de fascinación y admiración por lo que hace. Y es que, además de hacer carrera en un sector muy masculinizado, ha conseguido sobrevivir con éxito a un trabajo con unas condiciones de lo más extremas.