En España, la jornada laboral de mañana es defendida habitualmente como una modalidad que permite a los trabajadores dejar libre la tarde para su vida personal, el ocio o las responsabilidades familiares. Frente al horario partido o a los turnos de tarde, este formato concentra las horas de trabajo en un bloque por la mañana, lo que, en teoría, abre más espacio al final del día. Sin embargo, algunos empleados cuestionan esa supuesta ventaja y advierten de que el desgaste físico termina anulando gran parte de ese tiempo libre.
Ahora, la crítica a este modelo ha cobrado eco en redes sociales tras el testimonio de un trabajador que ha relatado su experiencia: “Este es un vídeo para la gente que dice que con el horario de mañana aprovechas toda la tarde”, comienza señalando Dande, antes de describir las consecuencias de su jornada.
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Una trabajadora sin pelos en la lengua sobre las horas extra: “El horario de entrada lo tienen muy claro, pero el de salida no tanto. No trabajo para estar de 8:30 a 18:30 y me pagues como si fuera de 8:30 a 17:30”
Una tarde marcada por el cansancio y la desorientación
En su relato, el protagonista explica que comienza a trabajar a las seis de la mañana, sin haber descansado suficiente por la noche. “Habiendo dormido menos que el chófer de Drácula, a la que salgo, en vez de salir del trabajo, parece que salgo de un cuadro de Goya”, ironiza.
El tiempo que debería quedar libre por la tarde se convierte, según su testimonio, en una tarde perdida por la siesta y el cansancio. “Llego a casa y por mera supervivencia me tengo que echar la siesta. Me echo la siesta y me despierto con una desorientación que ni un sordo en un dictado”, resume con humor.
Ese estado, asegura, le deja incapaz de aprovechar plenamente el tiempo personal que en teoría le deja el turno de mañana. “Con eso estoy totalmente fuera de juego para realizar las actividades que tengo que hacer durante la tarde de una forma óptima. Es totalmente imposible”, concluye.
Opiniones enfrentadas entre defensores y críticos
La conversación en comentarios se divide entre quienes defienden el turno de mañana, por la sensación de llegar temprano a casa y disponer de varias horas útiles, y quienes creen que en realidad se pierde el día por el agotamiento y la siesta. Otros defienden el turno de tarde, ya que deja las mañanas libres para hacer recados o descansar más, y algunos recuerdan que cada persona se adapta distinto según su ritmo de vida y de sueño.
Donde sí hay acuerdo es en la crítica al turno partido, muy común en sectores como la hostelería, visto como el más incómodo porque rompe la jornada y deja poco tiempo útil. También se mencionan las responsabilidades familiares o los trabajos físicos como factores que complican aún más aprovechar el tiempo. Al final, la mayoría coincide en que no existe un horario perfecto: todos tienen ventajas e inconvenientes.