Esta semana se ha dado a conocer la denuncia de una madre que, impotente, ha visto cómo han expulsado a su hijo de la tienda en la que estaba de voluntario por, después de 4 años trabajando como cualquier otro empleado en plantilla, simplemente pedir si le podían retribuir algunas horas. “Se merecía algo mejor”, denunciaba la madre, Frances Boyd.
Tal y como ha explicado la misma, y recogen desde el medio ‘Liverpool Echo’, su hijo Tom, de 28 años, comenzó a hacer prácticas en una tienda de la cadena de supermercados británica Waitrose, en Cheadle Hulme, en 2021. En ella, acompañado por un asistente social, siguió trabajando sin cobrar, ya que las tareas que realizaban le daban “un sentido de propósito y pertenencia”.
Durante más de cuatro años, siguió con esas “prácticas” y, cada semana, durante dos mañanas completas, trabajaba muy duro: vaciaba cuatro o más cajas de existencias, apilaba estantes y ayudaba en todo lo que podía”. La madre asegura que, a pesar de no recibir ningún salario o compensación por su trabajo, “le encantaba estar allí”.
“El personal de la tienda era absolutamente increíble con él y le hacía sentir parte del equipo. Muchos de ellos le decían cosas como: ‘Trabajas más duro que algunas personas a las que se les paga por trabajar aquí’”, expone, indicando que llegó a realizar más de 600 horas, simplemente porque quería sentir que formaba parte de algo, contribuir y marcar la diferencia.
“No podía desempeñar todas las funciones”
Tras todo este tiempo, Tom preguntó si podían ofrecerle “unas pocas horas remuneradas”, no por compasión, sino como reconocimiento de todo su esfuerzo y lo mucho que se había implicado en el proyecto. Sin embargo, la respuesta de la cadena le cayó como un jarro de agua fría. Tal como recoge el citado medio, el gerente del supermercado le negó la petición, indicándole que tenía que dejar de trabajar y que no podía volver a la tienda. “No podía desempeñar todas las funciones”, habría manifestado el gerente, según ha denunciado la madre, que también acusa a la cadena de no haber realizado los “ajustes razonables” necesarios para adaptar el puesto a las necesidades de su hijo, tal y como exige la ley.
La familia del joven, por ello, no pudo más que manifestar también su malestar: “Después de todo lo que ha hecho, no hubo disculpas, ni agradecimientos, ni reconocimiento por su compromiso. Solo silencio. Se merecía algo mejor. Se merecía amabilidad, respeto y la oportunidad de que todo su duro trabajo significara algo”.
La cadena de supermercados anuncia una investigación interna
Tras conocerse la historia, la cadena de supermercados, Waitrose, anunció que iban a iniciar una investigación, señalando que son una empresa que “se esfuerza” por ser un “empleador inclusivo” con “amplia experiencia” en realizar ajustes razonables para ayudar a las personas con discapacidad a encontrar un empleo.
De hecho, según ‘Liverpool Echo’, habrían ofrecido a Tom volver de nuevo, esta vez con un empleo remunerado. “Como bien saben quienes conocen Waitrose, nos preocupamos profundamente por ayudar a incorporarse al mundo laboral a personas que, de otro modo, quizá no tendrían esa oportunidad [...]. Nos gustaría que Tom volviera a trabajar con nosotros con un salario y estamos buscando el apoyo de su familia y de la organización benéfica para hacerlo. Esperamos que vuelva muy pronto”, expusieron, al tiempo que reiteraron que estaban investigando lo ocurrido con carácter prioritario.