Este año, el Ministerio de Trabajo anunció una convocatoria de 50 becas, de 12.000 euros cada una, para preparar las oposiciones a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Por ello, es buen momento para profundizar en esta figura imprescindible para el cumplimiento de los derechos de los trabajadores, y que quizás no es tan conocida para algunos sectores.
Desde el canal ‘About Life Official’, hace dos años, entrevistaron a un inspector de trabajo de 32 años, que dio todas las caves de esta profesión. Primeramente, se licenció en Derecho y posteriormente realizó un máster de asesoría jurídica de empresa. Ahora, ¿por qué decidió opositar? “Dentro de la carrera estaba el derecho laboral y me gustaba muchísimo. Una de las oposiciones que se acercaba más a esta asignatura era la de Inspección de Trabajo. Y aparte por las condiciones de trabajo, es un trabajo bastante cómodo, y por la responsabilidad social que también conlleva los actos que hacemos los inspectores de trabajo”, respondía.
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La oposición, eso sí, reconoce que fue “relativamente dura”, pasando alrededor de 3 años y medio/4 estudiando 8 horas diarias, con solo un día de descanso a la semana. Ya entonces, con su plaza, brindó una serie de consejos a todos los que quieren prepararse estas oposiciones: “durante el camino vas a fallar mucho, porque como he dicho antes, estas posiciones tienen un examen oral, que en la jerga de opositores es “cantar el tema”, y en muchas ocasiones vas al preparador y cantas mal, te quedas en blanco. Ese tipo de momentos para opositores es bastante duro porque te tiras una semana entera para eso y lo haces mal, es muy frustrante”, revela.
Por ello, les aconsejan que “acepten que tienen que fracasar para sacar la plaza. Y mucho”, asegurando que él se equivocó “muchas veces”. En este sentido, reitera que “se tomen los fracasos como un paso más” y que “el luto” por fallar “dure una hora, pero que sigan adelante, que forma parte del camino”. Al mismo tiempo, advierte que hay que saber “controlar tu mente” y aceptar que vas a estar varios años estudiando entre 8 y 10 horas diarias. “El temario no es lo difícil, es saber renunciar”.
Los inspectores de trabajo, ¿odiados por las empresas?
Este inspector cree que los inspectores están bien valorados y la gente es consciente de que tienen una “responsabilidad social bastante grande”. Ahora, ¿les odian las empresas? Reconoce que es “una gran pregunta” y que “desde luego”, cuando llega una inspección “de primera asusta porque al fin y al cabo vamos a entrar en la empresa” y a “entre comillas, pedir mucha documentación”.
“Vamos a fiscalizar el trabajo, si lo hacen o no lo hacen bien, y claro, siempre tienen el miedo de que eso puede conllevar una sanción económica. Entonces, claro, yo creo que odiar a lo mejor la palabra es muy fuerte, pero tampoco les parece bien que vayamos a trastocar mucho su negocio”, añade.
Un salario neto de más de 3.000 euros
Preguntado por si recomendaría su profesión, este inspector afirma que sí, al 100%, aunque “obviamente te tiene que gustar la materia, porque es muy específica”. En esta línea, añade que el de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social es “quizá uno de los cuerpos que están más cerca de la realidad social de las personas trabajadoras y de las empresas”, expresando que es “un trabajo muy dinámico, que no siempre es lo mismo y cada día te encuentras cosas distintas”.
En último lugar, hace referencia también al salario, encontrándose en 2023, cuando le entrevistaron, entre unos 45.000 y 50.000 euros brutos. Así, hace ya unos años cobraba sobre “unos 3.000 y pico euros al mes” netos.