‘LaSexta Xplica’ vuelve a convertirse en el epicentro del debate social en España. El programa, habitual en las noches de los sábados, ha demostrado una vez más su capacidad para poner sobre la mesa los temas que más afectan a los ciudadanos: salarios, derechos laborales y el pulso entre empresarios y trabajadores.
En este caso, el debate sobre los salarios en hostelería saltó por los aires cuando la sindicalista, Afra Blanco, puso contra las cuerdas al empresario David Ariza, propietario de ‘Rice and Bones’, un restaurante en Alicante que presumía de plantilla “estable” durante todo el año y de una facturación sin sobresaltos.
El empresario se queja de lo que cuesta mantener a sus empleados
El debate arrancó cuando Ariza detalló el coste de mantener a sus empleados: “Hace dos años y medio, el coste salarial de mis empleados era de 1.780 euros y ellos cobraban aproximadamente 1.330. Hoy el coste asciende a 2.160 euros, mientras los empleados cobran 1.400”.
Así, el empresario subrayó que, por cada subida de 100 euros en nómina, él debe asumir 250 euros extra debido a las cargas sociales y otros gastos asociados, por lo que para ello, se ve obligado a subir los precios. Consecuencia que sería negativa para el negocio, ya que serían menos los clientes que consumirían. “Tenemos un problema gravísimo de inflación”, asegura.
Sin embargo, Afra Blanco le rebatió aclarando que “el coste salarial del empleado sale de su propio trabajo y de la plusvalía”, a lo que posteriormente le preguntó el número de trabajadores que había despedido a consecuencia de esta situación. La pregunta, que pilló totalmente desprevenido a Ariza, tal y como se observa en el vídeo, respondía “pocos, muy pocos”. Y segundos más tarde rectifica y dice que tiene “la misma plantilla”.
“Hay que cambiar el sistema productivo”
Mientras la sindicalista escucha las justificaciones del empresario, este reitera que ha tenido que subir “todos los precios”, ya que paga 400 euros más por cada trabajador mientras que cada uno de ellos recibe 100. “O cambiamos el sistema productivo, o subir los salarios al ritmo que decís…”, recuerda. “¿Yo para que monto una empresa? Yo monto una empresa para ganar dinero, y si el coste de los trabajadores no me permite ganar dinero, estoy jodido”, añade.
Así, la realidad es demoledora, ya que en unos años, el salario neto apenas ha subido y el coste laboral para el empresario crece más del doble. Es decir, mientras los empresarios denuncian el peso de las cargas sociales y la necesidad de subir precios, los empleados apenas notan mejoras en sus nóminas.