Jordi Segués, experto formador: "Si tu hijo saca un tres en Historia y un diez en Matemáticas, ponle refuerzo en mates"

Este formador en redes sociales y consultor propone potenciar las habilidades de un niño antes que reforzar las debilidades.

Jordi Segués, experto formador: "Si tu hijo saca un tres en Historia y un diez en Matemáticas, ponle refuerzo en mates" |Youtube - Hotmart
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Saber educar correctamente a un niño no es algo que se aprenda de la noche a la mañana, sino que muchos padres lo van aprendiendo sobre la marcha en muchos casos e, incluso, necesitan pedir ayuda o apoyo de otros padres y de expertos. La presión por conseguir que sus hijos estudien y se formen de la mejor forma posible choca a veces con la necesidad de dejarles libertad para que salgan a la luz sus habilidades naturales. De ahí que muchos niños, sobre todo aquellos de altas capacidades, no sepan perder ni asuman un fracaso como una enseñanza. La presión de los padres a veces por corregir en exceso sus debilidades no les enseña a contemplar la derrota y a veces se olvidan sus talentos porque solo se busca mejorar sus defectos.

¿Qué conviene más: reforzar las áreas en las los niños que tienen más dificultades o potenciar aquello en lo que ya destacan? Este dilema se presenta a menudo cuando un niño suspende una asignatura, ya que la mayoría de las familias suelen actuar de la misma forma: clases particulares, más tareas y una dosis extra de presión para cubrir esa carencia. No obstante, esta estrategia, que a primera vista parece lógica, podría estar ocultando una cuestión más profunda: tal vez el problema no sea la historia, la física o el inglés, sino el hecho de que se está desatendiendo aquello en lo que realmente son buenos, dejando de lado a veces su talento natural.

Cada vez más expertos en educación y desarrollo personal defienden un cambio de perspectiva. Proponen dejar atrás la idea de que los niños deben sobresalir en todo y, en su lugar, centrarse en identificar y fortalecer su área de talento. Esto no implica abandonar el resto de materias, sino entender que el verdadero potencial surge del entusiasmo y la motivación, no del castigo.

Potenciar aquello que se le da bien

“La mayoría de padres están equivocados con esto. Mira, si tu hijo saca un 3 en Historia y un 10 en Matemáticas, ¿qué debes hacer? Pues lo que debes hacer es ponerle un profesor particular de Matemáticas, no de Historia”, asegura Jordi Segués, experto en negocios y formador en redes sociales y ventas. Su reflexión en TikTok ha desatado una conversación masiva sobre la educación personalizada y la necesidad de replantear los métodos tradicionales.

“Tu hijo tiene potencial para las Matemáticas. Si sacó esa nota, solo imagina si potencias eso que le apasiona y que naturalmente se le da bien”, explica Segués, dejando entrever que insistir en lo que menos domina puede ser contraproducente. “Sin embargo, la mayoría de padres se obsesionan en que en lugar de potenciar su área de genialidad, prefieren que también saque buena nota en historia. ¿Qué más da la historia si no le gusta? Y si algo no te gusta, no se queda, no se te queda. Y no sirve para nada y no lo haces bien.”, sentencia. 

"Comportarse así es la receta perfecta para tener una generación buena en nada y mediocre en todo", afirma Segués.

En su opinión, el secreto reside en respetar los intereses del niño y no imponer un aprendizaje que no nace de la curiosidad. “Cuando le apetezca, cuando sea grande ya buscará en Google información acerca de la Segunda Guerra Mundial. No pasa nada, cuando le interese ya lo hará. Comportarse así es la receta perfecta para tener una generación buena en nada y mediocre en todo”, concluye, alimentando un intenso debate entre quienes defienden una formación equilibrada y quienes apuestan por una educación guiada por las pasiones individuales.

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