No es un caso aislado. Aunque la historia se repite en muchas familias, lo de este matrimonio de California ha ido más allá. Su hija de 27 años intentó independizarse, pero a principios de 2024 no tuvo más remedio que hacer las maletas y volver a casa. Lo que en un principio iba a ser una ayuda temporal, se ha convertido en un agujero negro para la economía de la familia: más de 5.000 dólares al mes (unos 4.200 euros) en gastos.
La madre, que ha hablado con el medio de comunicación ‘CNBC’ bajo anonimato, según recoge ‘Infobae’, lo resume en una frase que lo dice todo: “No planeábamos este tipo de gasto en este momento de nuestras vidas”, añadiendo que lo hacen porque no quieren ver a su hija “en la calle”.
Sin vacaciones y con la jubilación en el aire
Esta situación, que ha obligado a la familia a cortar por lo sano en otro tipo de cosas, ha tenido que decir adiós a las vacaciones y el padre ya está asumiendo que tendrá que retrasar unos cuantos años la jubilación. “Es que no se puede hacer todo. Hay que priorizar, y ahora mismo nuestra hija está por delante”, señala la madre.
Sin embargo, aunque esto no es nuevo para muchas familias, ¿en qué se va semejante cantidad? La familia no ha querido dar detalles exactos, pero la cifra incluye desde comida y alojamiento hasta todos los extras del día a día.
No son los únicos: casi el 40% de los padres lo reconocen
Por surrealista que parezca, esta familia no es la única. Una encuesta realizada en mayo por la empresa financiera Thrivent revela que casi el 40% de los padres estadounidenses dicen que ayudar económicamente a sus hijos adultos está afectando a su propia economía. Muchos aceptan a sus hijos de vuelta a casa, pero lo que iba a ser “por un tiempo” se convierte en años.
Kim Muench, entrenadora de padres, confirma que cada vez tiene más clientes en la misma situación: “A veces los padres dudan en buscar ayuda para sí mismos e invertir en su salud porque ya están gastando más de lo que les gustaría en apoyar a sus hijos”, explica.
Mantener a los hijos, ¿hasta cuándo?
Este caso ha vuelto a abrir el debate, sobre todo en las redes sociales: ¿Hasta qué punto es justo que los padres sacrifiquen su propio futuro para que sus hijos (ya adultos) puedan vivir tranquilos? Encontrar el equilibrio entre ayudar y poner límites se está convirtiendo en uno de los mayores retos para muchas familias, sobre todo en tiempos donde la independencia parece cada vez más lejana para las nuevas generaciones.