Si una persona te dice que solo destina el 12,5% de sus ingresos al alquiler y los suministros básicos (agua, luz…), seguramente te sorprendería. O pensarías que es millonaria. Sin embargo, no es el caso: se trata de un niño de tan solo 7 años que, a pesar de su pronta edad, paga alquiler a sus padres y cuenta con una cartera de inversiones y un diario de planificación financiera.
Ahora, ¿cómo es posible que ya esté pagando alquiler? Porque su madre, Samantha Bird de 31 años, le obliga a ello, ya que quiere enseñarle educación financiera. “No crecí con mucha educación financiera, así que salir al mundo real fue todo un shock y me costó mucho”, ha contado la misma al medio ‘Sky News’.
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“Quería darles a mis hijos una pequeña ventaja de una manera segura y en un entorno desenfadado”, explica, motivo por el que empezó a cobrarle a sus hijos, de 7, 8 y 10 años respectivamente, tres dólares al mes por los gastos. A todos ellos, les paga 6 dólares a la semana por las tareas domésticas y les anima a rellenar una agenda mensual para presupuestar el día de pago de las facturas.
Tras esta práctica, asegura que ha notado que sus hijos “tienen mucha confianza en sí mismos en lo que respecta al dinero”, algo que cree que le faltó a ella y su marido. La pareja, en 2019, contrajeron una deuda de 40.000 dólares por la mala gestión de sus gastos mensuales y los pagos con tarjeta de crédito, por lo que tuvieron que pasar “dos años difíciles” aprendiendo “todo lo que se puede sobre el dinero”. Su misión, así, es asegurarse de que “esto no les pase a mis hijos”.
“Esta generación de niños se sienten un poco con derecho a todo y esperan que se les proporcione cosas que yo nunca habría esperado a su edad”
Hay padres que también están cobrándoles un alquiler a sus hijos adultos, cuando cumplen 18 años o encuentran trabajo. Carole Fossey, de Manchester, es una de ellas, haciéndole pagar a su hijo de 21 años unas 300 libras al mes. “Creo que esta generación de niños, y es totalmente culpa nuestra por mimarlos demasiado, a veces se sienten un poco con derecho a todo y esperan que se les proporcione cosas que yo nunca habría esperado cuando tenía su edad”, afirma, justificando su medida.
El objetivo que tiene es enseñarle a su hijo que debe contribuir en las tareas domésticas y animarle a gestionar mejor su dinero. Otra pareja asegura que sí se consiguen estos resultados, afirmando que sus hijos, de 29 y 27 años, abandonaron su casa con una actitud muy prudente hacia el dinero precisamente porque les venían cobrando un alquiler desde que tenían 17 años.
“Tenemos amigos que no lo han hecho y se arrepienten, porque sus hijos cobran el viernes y el domingo ya se han gastado todo en ropa nueva”, señala, explicando que en su caso el alquiler era de 20 libras cuando trabajaban a tiempo parcial y de 50 libras cuando trabajaban a tiempo completo.
Otras parejas, en cambio, están completamente en contra de estas medidas. Emma Citron lo cuenta claramente para el citado medio: “Prefiero vivir en la calle antes que cobrarles alquiler a mis hijos”. Su hijo de 27 años continúa viviendo gratis con ella mientras ahorra para cursar un máster.
“No siempre valoramos lo suficiente a los niños. Son al menos tan sensatos, si no más, que la mayoría de sus padres. Son muy inteligentes y conscientes del coste de las cosas y del valor del dinero”, considera, al contrario que el resto de testimonios.