Rita tiene 58 años y terminó la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Bélgica pero a partir de ese momento decidió incorporarse al mundo laboral. Cuando se quedó en paro, comenzó a buscar un nuevo puesto y la contrataron como teleoperadora en una empresa en la que, además, podía trabajar desde casa porque la sede estaba en Tokio. Cada vez son más las personas mayores de esta edad que buscan conseguir un nuevo empleo y se sienten rechazadas por el ‘edadismo’.
Como ha explicado en una entrevista a HLN, la mujer (que ha conseguido volverse viral en pocos días), ha escalado puestos en su empresa hasta conseguir una vacante como analista de calidad de datos. Para llegar hasta ahí, ha tenido que realizar una formación específica en el sector de las nuevas tecnologías.
Además de dejar de recibir la prestación por desempleo, ya que estaba en paro, la mujer reconoce que conseguir trabajo la ha beneficiado en otros aspectos. Su cuenta bancaria ha crecido de forma considerable ya que “puedo ahorrar unos 3.000 euros al mes”. Esto fue posible gracias a la Agencia Flamenca de Empleo (VDAB), que es como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en España, que la ayudó a conseguir estabilidad después de haber encadenado varios contratos temporales.
Coche de empresa, gasolina gratis y plan de pensiones
Según asegura esta trabajadora en la entrevista, después de aceptar el puesto de teleoperadora todo cambió. Gracias a las promociones internas, ha conseguido estar en lo más alto, codeándose con los grandes ejecutivos y disfrutando de “un coche de empresa con tarjeta para repostar combustible, un ordenador portátil y teléfono móvil”.
Apunta también a que han puesto a su disposición un plan de pensiones y un seguro médico. Y para conseguir ahorrar 3.000 euros todos los meses, ¿qué hace? Como dice en el medio antes citado, se desplaza con la bicicleta cuando puede. Una actitud que fomenta la sostenibilidad, por lo que cuenta con bonos “de hasta 5.000 euros” al año.
Estudió la ESO y ahora cobra 4.626 euros al mes
Aunque consiguió su empleo presentando un currículum en el que sólo figuraba la ESO como estudios finalizados, Rita comenzó a formarse para mejorar su estatus laboral y por ende, su sueldo.
El economista Stijn Baert, consultado por varios periodistas belgas, ha asegurado que el caso de esta mujer de 58 años es único y digno de estudio. Resalta que no es común encontrar algo parecido en el mercado laboral de ese país, con salarios de más de 4.600 euros mensuales.
Para el experto, el secreto del éxito de Rita comienza en el momento en que decide dedicarse a un sector en el que hay mucha demanda y pocos profesionales. “Ella sabía que podría escalar con facilidad y ha apostado por una empresa de gran tamaño para terminar cobrando más”.
“En el caso de estas, el salario medio es casi 1.600 euros más elevado que en las pequeñas”, una ventaja salarial que luego puede ayudar a cobrar más cuando llegue el momento de la jubilación.
El reto de los mayores de 50 años y las nuevas tecnologías
Las empresas que están contratando a mayores de 50 años se encuentran en muchas ocasiones con que a estas edades, la formación en nuevas tecnologías es escasa. “A ella le va muy bien, porque ha sabido enfocar su carrera profesional gracias a dos decisiones importantes”.
“El problema está en que muchas empresas consideran que los mayores de 50 años no son rentables, que son caros, y que no están al día con las nuevas tecnologías, pero además, es que existe la creencia de que son más complicados a la hora de capacitarse”.
Respecto al futuro de Rita, el especialista le recomienda que no cambie de empleo, que siga en la misma empresa pero que pida mejoras en el sueldo o en las condiciones laborales.