Santiago tiene 70 años y cobra una pensión mínima de la Seguridad Social argentina (Sistema Integrado Previsional Argentino) por lo que, desde hace más de dos años tiene que dormir en su coche, un Honda de color azul que tiene aparcado al lado del Parque Centenario de Buenos Aires.
En una entrevista publicada por La Nación (2022) explica que su día a día es bastante aburrido. “La gente que estamos en la calle pasamos la mayor parte de las horas durmiendo, buscamos que pase el tiempo”, ha señalado. Explica, además, que no tiene un sitio fijo, sino que va cambiando, porque “dejar que pase el tiempo es una forma de resistencia para los que hemos caído en la pobreza a la vejez”.
Te puede interesar
Una mujer cobra 171.529,62 euros de la pensión de jubilación de su padre fallecido hace 17 años, la Seguridad Social lo reclama y es BBVA quien tendrá que devolver parte por no pedir "fe de vida"
Una mujer logra una pensión de viudedad de 2.938,23 euros después de que la Seguridad Social se la denegará por casarse 6 días antes de fallecer su marido
Antes tenía un apartamento pequeño, alquilado. Pero se contagió del Covid y comenzó a sufrir problemas crónicos de salud. Tuvo que dejar su empleo como encargado en un aparcamiento y cuando empezó a cobrar la pensión “no podía pagar el alquiler”. Y buscó una solución desesperada que fue dormir en el coche, aunque en un primer momento, “pensé que sería algo provisional”.
“Uso el dinero de mi jubilación para intentar sobrevivir”
Con 14 años, empezó a trabajar en una empresa de construcción, donde con el paso del tiempo llegó a gerente. “Ahora, uso mi pensión de jubilación para sobrevivir”. Cobra poco más que la pensión mínima que va de los 37.525 pesos a 43.353 pesos. “Recibo un poco más”, ha explicado.
Y aunque ingrese más dinero que ese, “sigue sin ser suficiente para poder pagar una vivienda. Nadie elige vivir en la calle, yo no he tenido otra opción que quedarme en mi coche”. La primera noche, reconoce que tuvo un problema cuando la encargada de un McDonald’s llamó a la policía tras descubrirle durmiendo en el parking.
Esta historia de Santiago no es la única que se ha conocido en Argentina. Hace unos meses, era Roberto Cordal, de 70 años, quien estaba buscando trabajo para poder mejorar su situación económica.
Un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina revela que una de cada cuatro personas de más de 60 años está en situación de pobreza. En los mayores de 75 años, la proporción pasa a ser de 1 de cada 5.
Zulema, de 72 años, no consigue empleo
Una mujer de 72 años, Zulema, está intentando regresar al mercado laboral aunque, de momento, sin éxito. Durante toda su vida ha estado cuidando a personas mayores y dependientes. Pero ahora no tiene quien la cuide a ella. “Apenas sobrevivo con la pensión mínima y un subsidio que me pagan para comprar comida”, ha señalado al medio antes citado. “Por eso, mi idea es volver a trabajar, pero primero necesito tener un techo”.
Jaime Coromina, de 70 años, ha tenido empleos informales durante toda su vida. Pero ahora, que está en una pequeña empresa con un sueldo modesto, puede pagar una habitación aunque sin recibo. Acude a la iglesia para que le ayuden con la ropa, la comida y “por contención”, señala.
“Me da vergüenza que me vean así”
Santiago recuerda cómo apareció en una entrevista que le hicieron para televisión. Al momento se acordó de que tanto sus hijos, con los que apenas tiene relación, como su mujer, de la que está separado, podrían verle. “Me da vergüenza”, ha confesado.
A las seis de la mañana ya está en pie, escucha la radio y se prepara un mate. A veces trabaja con la asociación que le da de comer. “Soy como un Uber”, bromea. “Nunca había pensado verme en esta situación, ni en los momentos en que peor he estado”.