Mi suegro se jubiló a los 55 años y ahora tiene 87: su ejemplo me ha hecho ver que yo no quiero seguir el mismo camino

Esta periodista australiana explica por qué no quiere jubilarse antes de tiempo pese al ejemplo de su suegro que lo hizo a los 55 años.

Mi suegro se jubiló a los 55 años y ahora tiene 87: su ejemplo me ha hecho ver que yo no quiero seguir el mismo camino |Business Insider
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Si los trabajadores pudieran elegir, a la gran mayoría les gustaría poder jubilarse a la edad más temprana posible, ya que así disfrutarían más. Pero hay quienes lo han logrado y con el paso de los años parece que no ha sido una buena decisión y son ahora sus familiares los que valoran si realmente es tan positivo dejar de trabajar antes de nuestra edad de jubilación.

En una entrevista a Business Insider, una periodista y redactora freelance australiana reflexiona sobre este tema a raíz del ejemplo de su suegro, Frank Noble, que se jubiló a los 55 años y hoy, con 87, afirma no haberse arrepentido. “Si pudiera volver atrás, volvería a jubilarme joven sin dudarlo”, asegura el veterano australiano desde su casa en Porepunkah, donde pasa buena parte del día entre el jardín, el campo de golf y el gimnasio.

Su nuera, sin embargo, ve las cosas de otra manera. “Admiro su decisión, pero no quiero seguir el mismo camino”, confiesa. La periodista, que ronda los cuarenta años, explica que su trabajo le aporta una sensación de logro que teme perder si se jubila demasiado pronto. “Disfruto de lo que hago y me reconforta tener un sueldo regular, algo que me da estabilidad y propósito”, añade.

“El trabajo no es una carga para mí”

Mientras su marido, masajista terapéutico, suele quejarse de los lunes, ella afronta el inicio de la semana con entusiasmo. “Me dice siempre: deja de estar tan feliz de que empiece el lunes”, cuenta entre risas. A diferencia de él, su trabajo no es físico ni agotador. “Cuando escribo, entro en un estado de concentración total y pierdo la noción del tiempo”, reconoce.

Esa conexión con su oficio hace que la idea de jubilarse le resulte poco atractiva. “Cuando tu trabajo es tu pasión, retirarte temprano no tiene tanto sentido”, explica. A menudo pasa horas redactando artículos sin darse cuenta del paso del tiempo, y confiesa que rara vez siente que su empleo sea una obligación.

“Mi suegro encontró su propósito en la jardinería; yo no sé si podría”

Frank, su suegro, trabajó toda su vida en el sector forestal y, tras jubilarse, encontró en la jardinería una forma de mantener su propósito vital. “Siempre me ha gustado la naturaleza, y el huerto me da lo mismo que me daba el trabajo: sentido y satisfacción”, le dijo en una conversación reciente.

Hoy, con casi 90 años, pasa hasta seis horas al día cuidando sus plantas. Su nuera lo admira, pero reconoce que no sabría trasladar su pasión por la escritura a una afición similar. “Aunque escribiera solo por placer, querría que alguien me leyera… y eso ya es parte de mi trabajo”, admite.

“Me daría miedo sentirme perdida sin una rutina”

Frank también le confesó que su primer año de jubilación no fue fácil. “Pasé por un periodo de depresión, todo cambió de golpe”, recuerda. Esa vivencia dejó huella en su familia. Su nuera teme que le ocurriera algo parecido si dejara de trabajar pronto.

“Mi día a día tiene estructura gracias al trabajo”, explica. Sus mañanas comienzan respondiendo correos y proponiendo temas a editores, y las tardes las dedica a escribir artículos o contenidos para empresas. “Termino el día cansada, pero satisfecha, porque siento que he aprendido y he conseguido algo real”, cuenta.

“Aún tenemos hipotecas y tres hijos que mantener”

La periodista también reconoce que la jubilación anticipada, más allá del aspecto emocional, no sería viable económicamente. “Frank pudo retirarse sin hipoteca y con inversiones; nosotros todavía tenemos dos préstamos y tres hijos pequeños”, detalla.

Por eso valora especialmente la estabilidad que le aporta su salario mensual. “Disfruto sabiendo que entra dinero de forma regular y que seguimos construyendo un futuro, no solo sobreviviendo”, afirma. Su objetivo, antes de plantearse jubilarse, es liquidar las deudas familiares. “Preferiría pagar las casas o vender una para cubrir la otra antes de pensar en dejar de trabajar”, añade con realismo.

“Entiendo a quien se jubila joven, pero no es mi sueño”

A sus cuarenta y pocos años, no descarta cambiar de opinión con el tiempo, pero por ahora lo tiene claro: jubilarse pronto no está entre sus planes. “Funciona para quienes no disfrutan de su trabajo o tienen pasatiempos que les llenan, pero no para mí”, explica.

Su idea de una jubilación ideal es más pausada que radical. “Imagino una vida tranquila, en una casa propia, con dinero suficiente para viajar una vez al año y disfrutar de los nietos”, describe. Su marido, asegura, “probablemente pasará los días en el campo de golf”, mientras que ella seguirá frente al teclado. “Seguiré escribiendo, porque contar historias me inspira y me mantiene viva”, concluye.

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