La principal fuente de financiación de la Seguridad Social son los ingresos por cotizaciones de los trabajadores y las empresas y gracias a ellos, se refuerzan las pensiones, prestaciones por incapacidad, desempleo, maternidad y otras ayudas. Por tanto, es importante este crecimiento para las arcas de nuestro sistema de protección. Los datos acumulados hasta septiembre de este año, indican que se han incrementado un 6,8% interanual, alcanzando los 132.085 millones de euros, 8.391 millones más que el año anterior.
Los ingresos correspondientes al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde el 1 de enero de 2023, registran un aumento interanual del 32,6%, hasta situarse en los 3.658 millones de euros que nutren el Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
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Según los últimos datos de la Seguridad Social, tomándose como referencia los datos del último ejercicio que no estuvo afectado por la pandemia, los del año 2019, el incremento de las cotizaciones es de 39.478 millones de euros, un 42,6 % más. En el análisis mensual comparativo se observa que en septiembre, los ingresos por cuotas se cifraron en 14.837 millones de euros, 4.466 millones de euros más que el mismo mes de 2019.
Un superávit de 6.008 millones de euros
En su conjunto, las cuentas de la Seguridad Social presentan un saldo positivo, a 30 de septiembre de 2025, de 6.008 millones de euros, frente a los 633 millones de euros de saldo positivo obtenidos en la misma fecha del año 2024, casi diez veces más. Estos 6.008 millones, son el resultado de la diferencia entre lo que se percibió y lo que se gastó: unos derechos reconocidos (ingresos) por operaciones no financieras de 176.960 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,6% y obligaciones reconocidas (gasto) de 170.952 millones, que crecen en un 6,3 % interanual.
Por su parte, los datos hasta el mes de agosto, los últimos datos disponibles, arrojan un saldo positivo de 7.517 millones de euros para los Fondos de Seguridad Social, que incluyen, además del sistema de la Seguridad Social, los datos del Servicio de Empleo Público Español (SEPE) y del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).
En términos de caja, es decir, los movimientos reales, la recaudación líquida del sistema alcanza los 175.124 millones de euros, un 9,5% más respecto al ejercicio anterior, mientras los pagos se elevan un 6,3%, hasta alcanzar los 170.790 millones de euros. En este sentido, también se demuestra un superávit.
Ingresos no financieros: 176.960 millones de euros
En estos nueve meses del año, las cotizaciones sociales ascienden a 132.085 millones de euros, lo que supone un incremento del 6,8% respecto a la cantidad ingresada del mismo periodo del ejercicio 2024, 8.391 millones de euros más.
Un comportamiento que viene impulsado por la evolución de las cotizaciones de ocupados, que experimentan una subida interanual del 6,8% hasta alcanzar los 124.670 millones de euros, 7.928 millones de euros más que en el ejercicio anterior). Dentro de estas, destaca la evolución de estas por regímenes. El Régimen General lo hace con un importe acumulado de 101.805 millones de euros y los regímenes especiales —Autónomos, Mar y Minería del Carbón— con un importe global de 9.464 millones de euros.
Las cotizaciones de desempleados se cifran en 7.415 millones de euros, lo que representa un aumento interanual del 6,7%, 463 millones de euros más que el año anterior, en términos absolutos.
Las transferencias que ha recibido la Seguridad Social ascienden a 42.805 millones de euros. La partida más significativa corresponde a las aportadas por el Estado y Organismos Autónomos, que suman un total de 38.927 millones, un 20% más. Esta subida tiene su origen en el abono anticipado de recursos propios para garantizar el cumplimiento de la Recomendación Primera del Pacto de Toledo respecto al ejercicio anterior, lo que se traduce en 4.854 millones de euros más que en el mismo periodo del año anterior.
Gastos no financieros: 170.952 millones de euros
Respecto al gasto, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron 160.984 millones, un 6,6% más que en el mismo periodo de 2024. Esta cifra representa un 94,2% del desembolso total realizado en el sistema de Seguridad Social.
La mayor partida, 147.244 millones de euros, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con una subida del 6,2% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. En un análisis detallado del área contributiva, el gasto en pensiones (incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad, en favor de familiares y complementos de pensiones contributivas para la reducción de la brecha de género) se incrementa un 5,7% hasta los 129.932 millones de euros, debido al aumento del número de pensionistas, un 1,6 % más, a la elevación de la pensión media en un 4,5%, así como a la revalorización general del 2,8% de las pensiones contributivas en el ejercicio 2025.
En cuanto a los subsidios de incapacidad temporal, el gasto total aumenta un 11,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta situarse en los 13.319 millones de euros. También ascienden las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad, hasta los 3.426 millones, un 6,5 % más.
Las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, alcanzan los 13.740 millones de euros, un 11,3% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Este incremento se debe fundamentalmente, a la revalorización general del 9% establecida para el ejercicio 2025.
De dicho importe, se destina a pensiones no contributivas y complementos por mínimos 8.784 millones, un 10,5% más, y a subsidios y otras prestaciones 4.957 millones, un 12,7% más, de los cuales 4.656 millones de euros corresponden a Ingreso Mínimo Vital y prestaciones familiares, un 13,6% más respecto del año anterior.
La Seguridad Social ha mejorado sus cuentas hasta la fecha, gracias al aumento de las cotizaciones y al respaldo del Estado. El sistema logra un superávit récord con más ingresos y un gasto controlado, de forma que el resultado es el refuerzo de la hucha de las pensiones y la garantía de pago de las ayudas a millones de personas.