El tema de la fiscalidad en España es uno de los más candentes. Y, sobre esto, se ha manifestado hoy el presidente de Mercadona, Juan Roig, manifestando que “no es problema para un empresario pagar muchos impuestos”, ya que están “orgullosos de hacerlo” sino que “el problema es cómo se gestionan”. En relación con esto, ha defendido que el empresariado crea empleo y riqueza y “si hay riqueza y sabemos gestionarla, hay bienestar”, pero que “lo que pasa es que hay que saber gestionarla y eso ya no nos toca a nosotros. Nosotros nos toca exigir que se gestione bien pero no gestionar”.
Las declaraciones la ha realizado durante el congreso de empresas de gran consumo AECOC, durante su conferencia ‘El orgullo de ser empresario’, en la que ha animado a los asistentes a “salir del armario, a ser referentes”, porque “es un orgullo ser empresario porque somos los que movemos el mundo, las empresas, los empresarios, los trabajadores”, pero “lo que tenemos que hacer es creérnoslo”. Asimismo, ha invitado a preguntarse qué pueden hacer por España, en lugar de pensar qué puede hacer España por ellos.
“Tener beneficios es indispensable para un empresario, pero no puede ser su principal propósito, no es sano, pero es la única forma de satisfacer al trabajador, de reinvertir, y por ello debemos sentirnos orgullosos y ser referentes en la sociedad civil”, ha agregado al respecto.
Sobre esto, ha querido matizar que “ganar dinero es necesario, es obligatorio y es satisfactorio”, ya que sin el mismo no se puede satisfacer al trabajador, pagar a proveedores, impuestos y repartir dividendos.
El cliente es “el que tiene el poder sobre la vida o la muerte de una empresa”
El presidente de Mercadona ha querido aprovechar su intervención para alabar el papel de AECOC en cuestiones como el diálogo entre distribuidores y fabricantes, la estandarización de los palets o el EDI y la sostenibilidad en la gestión de los residuos. “Menos legislación y más cumplir nosotros”, ha manifestado, al tiempo que aseguraba que “no hay mejor asociación de fabricantes y distribuidores”.
Volviendo a la gestión empresarial, Roig ha explicado que “la misión de una empresa es satisfacer, por este orden, al jefe (cliente), trabajador, proveedor, sociedad y capital”.
“Creemos que los cinco son igual de importantes, pero hay que ordenarlos, y cuando tenemos cualquier problema lo analizamos desde este punto de vista”, ha recalcado.
En esta línea, como ha defendido en ocasiones anteriores, ha señalado que “el jefe para mí es el cliente”, siendo “el que tiene el poder sobre la vida o la muerte de una empresa. Quiere que le llenemos la tripa, aseo personal y del hogar, pero desde nuestro punto de vista lo que quiere es seguridad alimentaria, calidad, servicio, surtido y presupuesto”.
En referencia a este tema, ha indicado que, en su caso, “además queremos que el cliente acierte, no queremos tener todos los productos del mercado, sino que hemos de seleccionar lo mejor para el jefe, y para conseguirlo hemos de tener interproveedores de confianza, que sean especialistas en lo que hacen”.
Objetivos de Mercadona
En cuanto al futuro de Mercadona, Juan Roig ha señalado como principales objetivos “continuar cumpliendo con el trabajo rutinario de ser ‘totaler’ radical, junto a los interproveedores”, seguir con la expansión en Portugal, un país que, en su juicio, “no miramos de igual a igual y no se trata como merece”, y crecer en el área de ‘listo para comer’, una apuesta conocida del empresario, quien está convencido de que “a mitad de siglo no habrá casi cocinas en las casas”.
“Si nuestras tatarabuelas hubiesen tenido la tecnología que tenemos ahora tampoco hubiesen cocinado. La humanidad ha avanzado gracias a la sociedad civil, y cada día se vive mejor”, ha declatado al respecto.
Desamparados por la DANA
Siendo Juan Roig de Valencia, también se ha pronunciado sobre la DANA, lamentando que “hace un año nos sentimos desamparados”. “Hasta donde yo sé, fue un fenómeno natural que no se supo predecir… pero lo que peor es que luego nos sentimos desamparados”, ha añadido.
El empresario, una de las mayores fortunas de España, también ha declarado que se sintió inspirado al ver las fotos de los miles de voluntarios que acudieron a las zonas afectadas para limpiarlas y, en particular, la imagen de un peluquero haciendo su trabajo en la calle.
“Eso inspiró el movimiento Alçem-se (levantémonos)”, a través del cual se repartieron ayudas de 8.000 euros a 4.000 empresarios (alrededor de 35 millones de euros) con la única condición de que reabriesen sus negocios, ha querido explicar, afirmando que este plan supuso dar “a muchísimos empresarios un vaso de agua en el desierto”. También ha destacado que “hubo nueve personas que, después de haber cobrado esa ayuda, la devolvieron porque no iban a abrir. La gente es muy honrada”, concluyó.