La agricultura española atraviesa uno de los momentos más delicados. Factores como los bajos precios, la competencia desleal y la volatilidad de los mercados han empujado a numerosos agricultores a explorar cultivos emergentes que ofrezcan una mayor estabilidad y rentabilidad.
En este sentido, el pistacho se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del campo español, especialmente en Castilla-La Mancha, donde ha encontrado unas condiciones idóneas para su desarrollo y expansión.
Así lo demuestra el caso de Juan José Chacón, agricultor de Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), que decidió abandonar el cultivo de viñas, olivos y cereal para apostar por el pistacho, el fruto seco más rentable.
Los beneficios del pistacho: triplicó su capital en 6 años
Según relata Juan José en una entrevista para ‘La Sexta’, su apuesta por el pistacho comenzó en 2010 con un crédito bancario de 6.000 euros. Seis años después, su capital se había triplicado y las cifras alcanzadas reflejaron el auge de este sector. “Entre 2010 y 2016 triplicamos el capital”, señala.
Sin embargo, la clave de la actual economía de Juan José es la reinversión. Es decir, el dinero que gana, lo vuelve a invertir en tierras para el pistacho, y actualmente gestiona 160 hectáreas dedicadas a este fruto seco. Así, en tan solo seis años, ha pasado de ganar 40.000 euros con el cereal y el olivo a embolsarse 650.000 euros anuales gracias al pistacho, y con previsión de alcanzar hasta 2 millones de euros en apenas dos años.
“No hay producto en el campo que se iguale al pistacho. Ni en inversión, ni en producción, ni en rentabilidad”, afirma el agricultor con convicción. Es decir, los beneficios que le da el pistacho, hace que pueda seguir plantando para generar más cantidad de producto. Además, Juan José asegura que quien produzca pistacho, no solo podrá vivir de eso, sino que lo hará “como un marqués”.
De esta manera, el auge del pistacho plantea algunos retos para el sector, como la sostenibilidad de su rápido crecimiento, la evolución de los precios y la necesidad de asesoramiento técnico especializado para evitar burbujas productivas. De momento, historias como la de Juan José sirven de ejemplo del giro que vive el campo español, donde la innovación y la adaptación a los nuevos mercados marcan el futuro de la agricultura.