La presión de los costes laborales es una de las principales preocupaciones de los autónomos y pequeños empresarios en España. Más allá del salario que reciben los empleados, el mantenimiento de cada puesto de trabajo implica para las empresas hacer frente a una serie de gastos adicionales que, según denuncian muchos profesionales, dificultan la viabilidad de sus negocios y la capacidad para generar empleo estable.
Una situación que se acentúa más en sectores como la fontanería, albañilería o electricidad, donde la mano de obra es el principal recurso de la actividad. Así lo denuncia José Luis Gil, un electricista autónomo de 37 años con más de 20 años de experiencia en el sector, en una entrevista para NoticiasTrabajo.
“El mes pasado, solo un trabajador me ha costado 2.711 euros. Ese es el coste para la empresa”, denuncia el profesional, que explica que esa cifra no solo refleja el salario de uno de sus empleados, sino el peso de las cotizaciones sociales, los días no trabajados y otros gastos que elevan el coste real de mantener un puesto de trabajo.
Cuánto paga por un trabajador al año
“Yo hago la cuenta de la vieja”, señala haciendo referencia al cálculo de lo que paga anualmente por un trabajador. “Si multiplico 2.711 por los 12 meses del año, me da 32.500 euros, pero realmente el trabajador trabaja unos 10 meses y medio, descontando las vacaciones y los días festivos”, añade José Luis, teniendo en cuenta que sus empleados trabajan 40 horas semanales.
Sin embargo, aunque reivindique todo lo que se paga por tener empleados en la empresa, defiende que el salario que reciben sus empleados está plenamente justificado. “El trabajador se gana de sobra su sueldo, porque lo trabaja y lo merece. Incluso más, porque si surge alguna urgencia, siempre responde”, afirma.
Pero advierte de lo que verdaderamente lastra al pequeño autónomo son “los costes asociados”, apunta, haciendo referencia que es ahí donde tienen “una gran montaña, un hándicap que tenemos que superar”, concluye.