La percepción social sobre los ingresos tiene un impacto directo en cómo se define la clase social a la que una persona pertenece. En España, la clase media es un concepto subjetivo que varía según diversos factores, pero se suelen utilizar baremos y criterios desarrollados por expertos para intentar clasificar los ingresos dentro de este grupo. Aun así, no existe un criterio universal que determine la pertenencia a una clase social solo en función de los ingresos.
Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de noviembre de 2023 (puede consultarse en su página web), el 44,6% de los españoles se identifica como parte de la “clase media-media”. Este estudio también revela que menos del 4% de la población se considera parte de las clases media-alta y alta. Además, un 13,9% de los encuestados se clasifica como clase media-baja. Otras categorías identificadas en el barómetro incluyen la clase baja (9,7%), la clase trabajadora (10,9%) y la clase pobre (1,5%).
La clase media se sitúa entre los 9.200 y 24.500 euros netos anuales
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) define la clase media en términos de ingresos, considerando como tales a aquellos hogares cuyos ingresos se sitúan entre el 75% y el 200% del salario mediano de un país. En España, tomando como referencia el ingreso medio por renta neta de 12.269 euros anuales en 2021, esta definición permite establecer que la clase media incluye a las personas que ganan entre 9.200 y 24.500 euros anuales.
Aplicando estos datos a la realidad española, los ingresos que se consideran de clase media oscilan entre los 9.201 euros (el 75% del salario mediano) y los 24.538 euros (el 200% del salario mediano). Aquellos con ingresos por debajo de los 9.200 euros se ubicarían en la clase baja, mientras que quienes superan los 24.500 euros anuales serían clasificados como clase alta.
Si se analiza a nivel mensual, un ingreso mediano de 1.790 euros sitúa a quienes ganan entre 1.343 y 3.581 euros mensuales dentro de la clase media, mientras que los ingresos por debajo de los 1.343 euros se asocian a la clase baja, y los que superan los 3.581 euros mensuales se considerarían clase alta.
Otros factores que influyen en esta clasificación
Hay que tener en cuenta, que el nivel de ingresos no es el único factor determinante para definir la clase social. Otros factores como el coste de vida, por ejemplo, varía según la región en la que se viva. En ciudades con un alto coste de vida, como Madrid, alguien con un salario de 1.000 euros al mes podría no considerarse de clase media, dado que los gastos en vivienda, transporte y alimentación son mayores en comparación con otras zonas del país, donde la vida es más asequible.
En definitiva, la clase social en España es un concepto dinámico que depende tanto de los ingresos como de otros factores como el coste de vida y la ubicación geográfica. Aunque existen referencias objetivas, como las establecidas por la OCDE o los estudios del CIS, la percepción individual y las circunstancias personales juegan un papel clave en cómo se identifica una persona dentro del espectro social.
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