Una práctica muy habitual al irse de vacaciones es apagar todos los aparatos electrónicos con la finalidad de ahorrar unos euros en la factura de la luz. Esta práctica mejorará la eficiencia de los electrodomésticos a largo plazo y los mantiene a salvo de subidas de tensión cuando no estemos en casa. Uno de esos aparatos que siempre se recomiendan desconectar o desenchufar de la corriente, es la televisión.
Este cambio en el comportamiento se debe principalmente al incremento en los precios de la electricidad, lo que ha llevado a muchos a ser más conscientes de cualquier oportunidad de ahorro en sus facturas. Incluso, los detalles más pequeños, que antes podían considerarse como irrelevantes o sin importancia, pueden tener un impacto en las finanzas al final del mes.
La televisión, uno de los dispositivos que nunca dejan de consumir energía, ni apagados
La televisión es un ejemplo de estos dispositivos que pueden causar gastos superfluos e innecesarios. Los modelos de televisores modernos, al igual que muchos equipos electrónicos actuales, nunca dejan de consumir energía. Tampoco cuando están apagados, y no por otra razón que debido a la función de ‘standby’ o ‘modo de espera’.
Esta función, presente en la mayoría de los televisores y resto de dispositivos, permite que ciertos componentes permanezcan activos, como la recepción de señales remotas, actualizaciones de software o la conexión al WiFi. Aunque no supone el mismo gasto que si el aparato estuviese encendido, algunos estudios, como los de la OCU, lo cifran entre el 7 y el 11% del consumo total de una vivienda media.
Desenchufa de la corriente el televisor siempre que vayas a estar unos días fuera de casa o de vacaciones
No es una cantidad demasiado alta, pero sí es innecesario gastarla, sobre todo teniendo en cuenta que en la factura eléctrica, en los últimos 5 años, el precio del Kwh ha aumentado más del 50%. La Agencia Internacional de la Energía (IEA) cifró hace un par de años este derroche en 60.000 millones de euros anuales en todo el mundo.
La cantidad de dinero que puede suponer dejar los aparatos conectados cuando no se están utilizando suele rondar los 375kWh al año, lo que implica un gasto medio de entre 40 y 60 euros (la cantidad varía según la tarifa eléctrica que se tenga contratada y la empresa suministradora), teniendo en cuenta que es raro el hogar en el que no hay una o dos televisiones, un ordenador, conexión a Internet y algún electrodoméstico.
Por tanto, si queremos reducir el gasto del televisor cuando no lo estemos utilizando en estos días que no nos encontramos en casa, es muy importante desenchufarlo completamente. Sobre todo, si nos vamos varios días de casa. En este sentido, el consumo medio de entre 0,5 y 3 vatios puede llegar a suponer un 10% al 20% más en la factura de la luz.
Su consumo puede llegar a suponer un 20% más en la factura de la luz
En hogares donde hay más de un televisor, sumado a otros aparatos con consumo en espera (como microondas con reloj, decodificadores, cargadores enchufados, etc.), el impacto en la tarifa final de luz puede ser considerable.
El objetivo no es solo el ahorro en la factura eléctrica, que también. Desenchufar ciertos aparatos reduce el riesgo de incendios, averías por subidas de tensión o consumo innecesario, como señalamos.
Un simple repaso antes de salir puede evitarnos sustos al volver y ayudarnos a reducir el gasto energético. De todas formas, un inciso: revisa antes si tienes algún dispositivo que necesita permanecer conectado, como sistemas de alarma o temporizadores para riego automático. En ese caso, conviene cortar únicamente los circuitos no esenciales.
Por supuesto, los pequeños electrodomésticos, como el robot de cocina, la tostadora o la cafetera, es esencial que siempre estén desenchufados durante las vacaciones. Cuando te vayas, la secadora, la lavadora y el lavavajillas deben quedarse completamente vacíos y con la puerta abierta para evitar malos olores.