La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 20 meses de prisión a la cuidadora de una anciana de 80 años que fue nombrada heredera universal de todos sus bienes por tratos vejatorios durante la convivencia: la mantenía aislada, la humillaba, la ataba a la cama y le privaba de cuidados básicos. Tras el fallecimiento de la mujer, los familiares de la testadora interpusieron una denuncia penal alegando que la heredera se había quedado con el dinero de la fallecida y la había sometido a tratos humillantes y vejatorios.
Según la sentencia de mayo de 2025, el conflicto surge a raíz de que la anciana con un patrimonio valorado en más de 300.000 euros (vivienda, plaza de garaje y productos financieros), decide nombrar como heredera universal a su cuidadora, con quien mantenía una relación de confianza tras años de convivencia y asistencia. Tanto la aceptación de la herencia cuando falleció como el otorgamiento del testamento se realizaron ante notario sin que constasen indicios de manipulación ni incapacidad mental por parte de la testadora
Tras el fallecimiento, los familiares, que mantenían una relación distante durante los últimos años, advierten una rápida disminución del patrimonio de la testadora y denuncian ante la justicia que la heredera, aprovechando su posición, habría dispuesto libremente del dinero, vaciado cuentas bancarias y gestionado fondos sin consentimiento, a la vez que sometía a la fallecida a una situación de aislamiento, humillaciones y malos tratos físicos.
Condenada por maltratos pero no por quedarse con el dinero de la anciana
El Juzgado de Instrucción nº 4 de Pamplona consideró, según las pruebas periciales y los testimonios, que la anciana había nombrado a la cuidadora como heredera universal de forma libre y consciente. Descartó la existencia de apropiación indebida, al considerar que todas las disposiciones de dinero estaban amparadas por el título hereditario y por el testamento, y rechazó el delito de lesiones por falta de pruebas concluyentes sobre el origen de las mismas.
Sin embargo, la Audiencia Provincial, aunque concluyó en que no había delito de apropiación indebida ni de lesiones y avala la plena validez del testamento y el nombramiento de la heredera, sí lo hay de trato degradante.
Consideró probado que, tras ser nombrada heredera y durante la convivencia, la condenada aprovechó la situación de dependencia de la testadora para aislarla, someterla a humillaciones y privarla de los cuidados adecuados y por ello le impuso veinte meses de prisión, la inhabilitación especial y una indemnización de 3.000 euros por daño moral a favor de la familia de la fallecida. Contra esta resolución había opción de presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.